San Sebastián

Rescatan en estado grave a un joven a punto de ahogarse en Ondarreta

El suceso ha ocurrido hacia las 12.45 horas, cuando dos socorristas que patrullaban la playa se han percatado de que un joven tenía dificultades para salir del agua a pesar de encontrarse a escasos 15 metros de la orilla y a un paso de hacer pie. La principal hipótesis es que no sabía nadar.

Con la ayuda de un bañista, los dos socorristas han logrado sacar del agua al varón y ya sobre la arena le han practicado las pertinentes maniobras. El joven no ha llegado a entrar en parada cardiorespiratoria y tampoco ha perdido el conocimiento, pero tras ser puesto en la posición lateral de seguridad ha expulsado abundante agua. Tras recibir los primeros auxilios y ser intubado en la propia playa, una ambulancia medicalizada le ha trasladado al Hospital Donostia en estado grave, según ha informado a este periódico el jefe de playas de la empresa BPXport, Eduardo Flamarique.

Con este son al menos tres las personas que este verano han sufrido un accidente grave mientras se bañaban en las playas guipuzcoanas. Además del caso de un hombre que el 22 de agosto casi se queda tetrapléjico al golpearse con la cabeza en el suelo arrastrado por una ola en la Zurriola, el pasado 2 de agosto otro turista holandés de 18 años quedó inmóvil y boca abajo sobre el agua en Ondarreta.

Afortunadamente, la historia de este último joven ha terminado también con un buen final. Ha ingresado en el Hospital Donostia con una fractura en el cuello, lo que le ha causado una rotura vertebral que pese a las primeras sensaciones ha resultado no ser tan grave. Precisamente ha sido eso lo que le ha permitido evolucionar bien y dejar el hospital por su propio pie. Ya descansa en su casa de los Países Bajos. Desde el equipo médico que le atendieron el hospital donostiarra definieron su caso como «casi milagroso», aunque alertan de que el riesgo de las malas zambullidas sigue provocando casos «horribles» cada verano, por lo que llaman a extremar la precaución con los chapuzones.

Una de cada veinte lesiones medulares en el conjunto del Estado se producen como consecuencia de malas zambullidas en el agua. El Hospital Universitario Donostia, por ejemplo, atiende como media a dos personas al año por esta razón. Suelen ser lesiones graves que pueden derivar en paraplejias o tetraplejias, como se temía en los casos del turista italiano y holandés, respectivamente.