Así será la Donostia del futuro

El Ayuntamiento de San Sebastián aprobará este próximo martes su proyecto de Plan de Movilidad Urbana Sostenible, dando el pistoletazo de salida al proceso de transformación que en este ámbito se apresta a vivir la ciudad. La capital se adentra en un periodo histórico en el que experimentará cambios nunca antes vistos, equiparables a la inauguración del Ferrocarril del Norte en 1864, que resituó a la ciudad en el mapa, convirtiéndola en el principal destino turístico de España durante décadas.

Ahora la revolución llegará por varios frentes. El primero y más influyente, la pasante del Topo, que a partir de 2025 permitirá acercar a los ciudadanos de fuera de Donostia hasta el mismo corazón de la ciudad gracias a la estación de La Concha y, por encima de eso, permitirá aumentar las frecuencias de los trenes y reducir los tiempos de desplazamiento de donostiarras y foráneos al eliminar el fondo de saco que supone hoy la estación de Amara. Algo más tarde, la llegada del tren de alta velocidad, prevista para 2028, también cambiará la relación de Donostia con otras comunidades. Por último, los nuevos paradigmas internacionales de movilidad, que empujan a sacar los coches de los núcleos urbanos, fomentar los desplazamientos sostenibles (a pie, bicicleta o transporte público) y sustituir calzadas destinadas al tránsito de vehículos por aceras, avenidas, parques y vías ciclistas.

Son todos ellos aspectos sobrevenidos que trascienden las competencias municipales, pero que obligan a los municipios como Donostia a ajustarse a la nueva realidad que, además, está condicionada por el hecho de que cada vez hay más gente y que se desplaza más.

Es en este marco en el que Donostia trata de adaptarse a los nuevos tiempos con un plan de movilidad que sustituye al vigente desde 2018 y que contempla hasta 76 iniciativas y actuaciones concretas hasta 2029 que supondrán inversiones superiores a los 100 millones de euros. De estos, 93,4 saldrán del presupuesto propio del Ayuntamiento, que prevé recibir apoyo externo de otras administraciones (Gobierno Vasco, Estado y Unión Europea) por valor de al menos 27 millones.

Una ayuda que no evita un esfuerzo colosal en aspectos tan variados como peatonalizaciones, reurbanizaciones, ampliaciones y mejoras de bidegorris, implantación de ascensores para acceder a los barrios altos, reorganización de líneas de autobús, sustitución de buses de combustión por eléctricos, desarrollos tecnológicos y conectividad para recibir y ofrecer información en tiempo real, y un largo etcétera.

Una vez que el día 26 la junta de gobierno local apruebe el proyecto de plan, se abre un periodo de exposición pública en la que se podrán presentar alegaciones y propuestas. El propio área de Movilidad que dirige Olatz Yarza (PNV) se reunirá entre enero y febrero con agentes socioeconómicos, asociaciones y colectivos vecinales para recabar impresiones y posibles nuevas ideas. Esa fase concluirá a comienzos de marzo y, con las aportaciones recibidas, la corporación municipal aprobará el texto definitivo a finales de marzo.

El aspecto más relevante del plan es la creación de una Zona de Bajas Emisiones, presentada esta misma semana y cuya ordenanza reguladora prevé estar elaborada para octubre. Pero además, el documento incorpora actuaciones concretas de calado, como los que se destacan a continuación, que supondrán cambios en la fisonomía de la ciudad y en los usos y costumbres de los ciudadanos.

Es, junto al cierre al tráfico de la calle San Martín a la altura del Buen Pastor, el proyecto que más impacto social tendrá. Por su localización, su efecto peatonal, y por sus consecuencias directas. La peatonalización del lateral este de la plaza de Gipuzkoa obligará a trasladar las paradas de autobús que ahora se ubican ahí, tanto de Dbus (líneas 14 y 37) como, sobre todo, de Lurraldebus.

Consulta la actuación completa

Una plaza desconocida e inservible para el ciudadano que se convierte en una nueva zona de esparcimiento en un lugar privilegiado. Entre las actuaciones previstas en el Plan de Movilidad de San Sebastián destaca la reordenación del comienzo de la Avenida de Satrustegi, a la salida del túnel de Ondarreta.

Consulta la actuación completa

El puente Zurriola -más conocido como 'el del Kursaal'- es un punto recurrente de conflicto entre ciclistas y peatones, en especial en verano y días especiales o de buen tiempo con gran afluencia de visitantes. En el lado que enlaza con la calle Reina Regente (oeste) la vía ciclista que viene desde Zurriola se cruza con la que sigue el río (República Argentina y Paseo de Salamanca), generando «problemas de coexistencia» entre caminantes y usuarios de las dos ruedas, admite en sus análisis el Plan de Movilidad.

Consulta la actuación completa

El barrio de Gros también tendrá su peatonalización. Será la calle Ramón y Cajal, que conecta la Avenida de la Zurriola y el Paseo de Colón, dos de las arterias principales de la zona. La intención del Ayuntamiento es realizar una peatonalización pero no absoluta, en la que como norma general el tránsito quede limitado a peatones y ciclistas, aunque con la posibilidad de que puedan acceder vehículos de servicios en caso de necesidad.

Consulta la actuación completa

No será una peatonalización, porque habrá un carril para autobuses y bicicletas, pero casi. El tramo final de la calle Easo, el que discurre entre la calle San Martín y la plaza Xabier Zubiri junto al Hotel de Londres, quedará prohibido al tráfico de vehículos motorizados privados. La ruta alternativa para los conductores que vengan por Easo desde la estación del Topo o Amara y se dirijan por ejemplo al parking de La Concha, será girar a la izquierda por San Martín y enseguida tomar la bifurcación a la derecha por la calle Manterola.

Consulta la actuación completa