La OTA no termina de recuperar el nivel de actividad y sanciones previo a la pandemia

Así, mientras en 2019 –año antes de que el Covid llegara a nuestras vidas– el servicio OTA llegó a tramitar hasta 73.152 multas entre los meses de enero y octubre (85.232 en todo el año) frente a las 61.330 que se han interpuesto en estos mismos meses de 2021. Es decir, un 14% menos. El número de operaciones de aparcamiento y pago en máquinas o a través de la aplicación móvil también son inferiores, concretamente un 10% menores (de 4,4 millones a 4 millones).

Esa caída, en cualquier caso, no llega a los niveles que se alcanzaron en 2020, cuando el coronavirus azotó con más virulencia y las autoridades adoptaron las medidas más restrictivas con el ánimo de frenar su expansión. El confinamiento domiciliario se reflejó en los meses de marzo, abril y mayo con un descenso brutal en los desplazamientos en transporte público, el uso del coche privado y, por ende, de los aparcamientos subterráneos y en superficie. Así, aquel año el número de sanciones puestas cayó hasta 45.574, un 37% menos que los 12 meses anteriores, mientras que hubo 3,3 millones de operaciones (un 25% menos).

Ahora bien, lo que no solo ha vuelto a niveles pre-pandémicos, sino que incluso lo ha superado, ha sido el ratio de operaciones realizadas por cada multa interpuesta, que en lo que va de 2021 se sitúa en 66,7, mientras que en 2019 fue de 62,3 y en 2020 de 70,9. El motivo principal está en que, a menor actividad, mayor capacidad de los profesionales que prestan el servicio para detectar infractores.

Pero en el caso de este año también ha podido influir en esa mayor efectividad la incorporación de nuevos medios técnicos para los agentes de la OTA, tanto los que van a pie como para los coches.

Hablamos de nuevas PDAs (computadora de bolsillo) y vehículos que cuentan con cámaras de reconocimiento automático de matrículas, también conocidas como cámaras OCR.

Las lecturas que se realizan de las placas se hacen de forma automática y se cruzan con las autorizaciones de aparcamiento que están en vigor. En cuanto se detecta que un coche no ha abonado el ticket de la OTA o se ha pasado de tiempo el sistema emite un aviso. En ese caso, los agentes verifican in situ la infracción y emiten la multa correspondiente.

Los vehículos que incorporan esta tecnología son de la marca Renault ZOE 100% eléctricos. Cuentan con cuatro cámaras en el techo que sustituyen a la que utilizaba el conocido como 'multacar', coche que empezó a operar en 2011 y cuya tecnología ya quedó obsoleta. Pueden realizar unas 10.500 lecturas de matrículas al día (más de mil por hora) dependiendo de la zona, tal y como explicó recientemente a DV la concejala de Movilidad, Pilar Arana.

La edil jeltzale informa de que se pueden conseguir lecturas de matrículas a una velocidad de hasta 40 kilómetros por hora, aunque se han hecho pruebas en carretera consiguiendo el mismo resultado a una velocidad superior a 100 km/h. La separación que haya entre los coches que vigila no es un obstáculo para controlar las placas de identificación, ya que las diferentes cámaras del techo son capaces de captarlas en prácticamente cualquier circunstancia. De hecho las lecturas se realizan en un ángulo de 45 grados de manera perpendicular a la acera, pero pueden hacerlo incluso en ángulos inferiores a los 20 grados.