El superávit de 8,6 millones se usará casi en su totalidad para la adquisición de los cuarteles

El consistorio obtuvo el pasado curso 23,5 millones más de lo previsto en el capítulo de ingresos ordinarios, es decir, un 6,5%. Este incremento vino motivado en gran parte por el aumento de la aportación de la Diputación a través del Fondo Foral de Financiación Municipal, que rozó los 160 millones de euros, 5,4 millones más de lo presupuestado.

En lo que a recaudación por tasas e impuestos se refiere, destacan las variaciones al alza registradas tanto en el ICIO (obras y construcciones), con 0,2 millones más por el aumento de licencias solicitadas, como en el IAE (actividades económicas), 1,6 millones extras por el mayor número de empresas contribuyentes. Asimismo, la tasa por ocupación del dominio público con obras proporcionó a las arcas municipales 1,7 millones de euros más de lo esperado. Por el contrario, por la tasa de la OTA se recaudó 1 millón de euros menos de lo calculado, mientras que las tasas de agua y saneamiento se mantuvieron sobre lo presupuestado. En el caso de la tasa por la recogida de basuras, el aumento fue de 0,2 millones, según explicó ayer el concejal de Hacienda, Kerman Orbegozo, quien subrayó que que «gracias a los ingresos ordinarios obtenidos no se ha tenido que disponer de los nuevos préstamos que se habían previsto en el apartado de ingresos extraordinarios, por valor de 13,3 millones de euros».

En el capítulo de gasto, el ordinario fue 25,1 millones de euros inferior al previsto: 0,4 millones menos en gastos de personal, 14,3 millones en gastos de funcionamiento, 10,3 millones en subvenciones y 0,04 millones en carga financiera. En lo que a las inversiones se refiere, el Ayuntamiento ejecutó un 34,71% de los proyectos presupuestados. De este modo, el gobierno municipal ha incorporado al Presupuesto de 2023 inversiones pendientes por valor de casi 114 millones de euros.

De esa cantidad, 62,5 millones de euros (55%) están adjudicados y ejecutándose o se adjudicarán próximamente porque se encuentran en proceso de licitación. Además de la adquisición de los cuarteles de Loiola, la lista incluye la urbanización del polígono de Eskusaitzeta, diferentes actuaciones incluidas en los Fondos Next Generation de la UE, urbanizaciones diversas y proyectos concretos como la finalización del campo de hockey de Zubieta o la renovación de la barandilla de La Concha.

El ahorro corriente a 31 de diciembre de 2022 ascendía a 36,3 millones de euros, un índice que permite al Ayuntamiento hacer frente a sus gastos ordinarios con los ingresos ordinarios «de manera solvente». De este modo, asegura Orbegozo, «no se generarán desequilibrios en las cuentas de 2023 y los proveedores del Ayuntamiento podrán cobrar sus facturas dentro del periodo legal de 30 días desde le emisión de la factura».

La liquidación anual muestra que el Ayuntamiento presenta un endeudamiento municipal «muy razonable». La deuda es de 66,1 millones de euros, 6,7 millones menos que en 2021. Esta cifra representa un 19,42% de los ingresos ordinarios, lejos del 70% que se considera «razonable» para los ayuntamientos.