Ane Eskisabel: «Donostia es cada vez más sus barrios»
Ane Eskisabel no ha vivido toda la vida en su ciudad, pero siempre ha estado vinculada a sus fiestas, especialmente a la Tamborrada
A
ne Eskisabel nos habla de su ciudad, Donostia, a la que está unida por una residencia intermitente a lo largo del tiempo pero con un amor incondicional a su tamborrada.
Publicidad
Con todo su árbol genealógico enraizado en Ataun, ella nació en Donostia y fue alumna de la primera promoción de la ikastola Aitor, a la que entró en 1967. «La iglesia de los Franciscanos de Egia tenía Tamborrada y yo salí como cantinera con 10 años». Esa fue su primera incursión con la fiesta grande de los donostiarras una especie de virus al que no ha encontrado antídoto hasta hoy. Pero su amor por la fiesta y sobre todo por la música comenzó antes, a raíz la fascinación de su madre por el acordeón. «Con 4 años empecé a estudiar solfeo y con 6 ya tenía el instrumento colgado», lo que le llevó a formar parte de la Orquesta Sinfónica de Acordeones del Conservatorio en dos periodos de su vida y también a participar en la charanga Egialai.
Por el trabajo del padre vivió 9 años en Lazkao y tras casarse se mudó a Urnieta, aunque sus hijos estudiaron en el Lizeo Santo Tomás, donde Ane se metió en la organización de la tamborrada. «Siempre he mantenido una vinculación con Donostia y con la tamborrada». En 2002 entró a trabajar en el colegio Mundaiz, donde es profesora desde 2004 y, cómo no, allí está ella en el núcleo organizador de la tamborrada infantil. En este centro impulsó la tamborrada de adultos de la que formó parte hasta 2016... cuando empezó a tocar en la Tamborrada de Euskal Billera. «No podía tocar en ambas porque coincidían en los horarios».
Pero cada 20 de enero hace 'gau pasa' para tamborrear de madrugada y estar puntual a las 09.30 horas en el colegio Mundaiz para recoger a los txikis para desfilar en la Infantil. Ni la pandemia frenó su pasión tamborrera. «No hubo desfile en Donosti pero lo montamos en la casa de Ataun con los primos.
Reconoce que es difícil explicar a quien no es donostiarra lo que es esta fiesta. «No se puede entender si no has vivido aquí desde pequeña; es el gen diferencia que tenemos los de Donosti». Ane dice que en San Sebastián hay dos cosas comunes a sus habitantes: la pasión por la tamborrada y su afición por la Real. Ella echa de menos que no tengan tanto tirón otros deportes, como el remo, que sí se ve en otros pueblos de Gipuzkoa.
Publicidad
Cuando le preguntamos por su ciudad explica que no hay una Donostia sino varias porque «cada vez hay más vida en los barrios». Si está mucho tiempo fuera de Donostia, echa de menos un paseo por La Concha. Y la abundancia de turismo en la ciudad le preocupa menos que la pérdida de tradiciones como la del poteo en cuadrilla por la Parte Vieja. «Los donostiarras hoy hacen vida en sus barrios». Asume sin resquemor «la etiqueta de 'kaskarina' que nos ponen en el resto de Gipuzkoa» porque en Donostia «combinamos la marcialidad de los soldados y la juerga de los cocineros. ¿Te he dicho ya que también canto con los caldereros?»
Así es mi pueblo
- – ¿Cómo describiría su pueblo en unas pocas palabras?
– Es una ciudad preciosa, con una bahía maravillosa, con parajes naturales por todas partes: monte, playa, isla... Tenemos de todo en Donostia.
- – ¿Qué es lo mejor de Donostia?
– El ambiente, los paisajes y los paseos que tiene la ciudad vayas por el lugar que vayas.
- - Y ¿lo peor?
– La delincuencia que, por desgracia, va subiendo de unos años a esta parte.
- – ¿Cuál es su txoko favorito?
– La bahía de La Concha. Es lo que más echo de menos cuando estoy fuera.
(32 de 88)
Próximo domingo... Eibar
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión