Urdaibai enseña los dientes y Hondarribia los aprieta

El viento fue ayer el gran protagonista en Hondarrribia. Su intensidad fue subiendo conforme avanzó la tarde y afectó seriamente a la tanda de honor, hasta el punto de que Orio, ganadora de la segunda tanda, opositó a la bandera durante tres largos. Sólo la llegada de la lluvia en plena tanda de honor hizo que amainara y diera un respiro a Zierbena y Hondarribia, que en la tercera ciaboga iban por detrás de los aguiluchos.

El primer largo confirmó que el registro de la San Nikolas era bueno. Urdaibai, por la deseada calle 4, cogió la proa de regata a las primeras de cambio, con Zierberna y Donostiarra marcándola de cerca, mientras Hondarribia sufría los rigores de la calle 1.

A la salida de la primera ciaboga la Ama Guadalupekoa se dejaba siete segundos respecto a la Bou Bizkaia, que aventajaba en cuatro a galipos y donostiarras pero no podía con Orio, cuyo tiempo era similar.

En el ecuador de la regata la situación era parecida, pero en el tercer largo Urdaibai comenzó a marcharse. Mediado el largo Zierbena perdía cinco segundos, Donostiarra se dejaba siete y Hondarribia, once. El crono de Orio le permitía ser segundo a tres de los de Bermeo, que encararon el largo final con renta suficiente para ganar, sobre todo ahora que el viento, que llegó registrar en balizas exteriores rachas por encima de los 30 kilómetros por hora, apenas llegaba a los 20.

De esa última ciaboga Hondarribia salió prácticamente a la par que Donostiarra, de nuevo de más a menos y, tras dejar atrás a la Torrekua II, se fue en busca de Zierbena y del crono de Orio. A 500 metros la Ama Guadalupekoa daba cuenta de los galipos, pero a estos les quedaba una marcha más y eso les permitió dejar atrás a Hondarribia y amenazar a Urdaibai, que celebró su triunfo. Zierbena fue segunda por delante de la trainera local, que tuvo que esperar para saber si su crono era mejor que el de Orio. Lo fue por 12 centésimas, lo que no empaña las buenas prestaciones de la San Nikolas, que dominó con enorme autoridad la segunda tanda.

Su ventaja fue creciendo de forma progresiva. «¡Diez segundos, no nos conformamos!», gritó Ander Etxegoien, ayer de nuevo en la popa de Orio. Por detrás, Getaria parecía que iba a ser segunda con comodidad, pero los finales de Cabo da Cruz siempre son terroríficos, aunque esta vez no le dio para superar a la Esperantza.

Santurtzi fue el protagonista de la primera tanda. Protagonizó una salida nula que le costó tres segundos de sanción y lideraba la tanda por delante de Kaiku pese a los dos avisos del juez de mar en el primer largo. Fue en el tercero, cuando la Sotera era primera con tres segundos sobre la Bizkaitarra, cuando se desencadenaron los acontecimientos. Kaiku se fue a estribor hacia la calle de Santurtzi y chocaron las palas. El juez de mar avisó a los sestaoarras, que regresaron a su calle. Fue entonces cuando, incomprensiblemente, Cristian Garma cambió de rumbo y se metió en la calle de Kaiku. El juez de mar tardó en reaccionar e Iker Gimeno se dirigió a al juez, que avisó a Santurtzi. Viendo a la Sotera fuera de su calle, Gimeno lanzó a la Bizkaitarra a estribor, provocando el choque de ambas embarcaciones. Bandera amarilla y acto seguido la verde. Santurtzi estaba fuera, lo que aprovechó Samertolameu para darle un buen bocado a Santurtzi y ponerse a cinco puntos cuando hace dos regatas estaba a doce.