Donostiarra fabrica una bandera a medida

Unos metros antes de llegar a meta, Endika Alberdi, proel de Amenabar Donostiarra, soltó una mano de su remo para celebrar puño en alto y gritando a pleno pulmón la victoria en la bahía. Algún compañero le siguió y, una vez la proa de la Torrekua II cruzó la línea imaginaria que separa la agonía del éxtasis, toda la cuadrilla se fundió en un solo grito para festejar una victoria que es mucho más que una bandera. No ya solo por haberse sacado la espina del día anterior en Bilbao, sino por haberla conseguido en un exigente mano a mano con Matrix Hondarribia resuelto en un largo final primoroso, en el escenario más deseado y enfundándose el maillot rojo de líder. Ni echa a medida.

Es la cuarta bandera que gana Donostiarra en su andadura en la Liga Eusko Label, pero no es la primera vez que vence en casa. Lo consiguió también hace dos años, pero esta de este domingo tiene un sabor especial por todo lo que significa.

Con una mezcla de rabia y motivación, la Torrekua II, con dos cambios en sus tostas, soltó la estacha y salió a por todas desde la primera palada, situándose rápidamente como proa de regata. Tras ella, Hondarribia, también con dos variaciones, mantuvo el pulso, deparando ambas un hermoso mano a mano por la calle 1 a la que se fue Donostiarra para buscar el abrigo de Urgull. Esa pequeña ventaja que daba remar por las calles interiores en el largo de ida, unido al ritmo endiablado de ambas, hizo que se destacaran rápidamente de Orio Orialki y de Zierbena.

Los de Igor Makazaga consiguieron ponerse con tres segundos de ventaja cerca de la primera ciaboga, un momento delicado porque en el subconsciente estaba el error en la segunda maniobra del día anterior en Bilbao que les costó el triunfo. «Quieras o no, eso estaba ahí y hemos ido con un poco más de cuidado», reconoció el patrón, Arkaitz Díaz.

Tanta precaución llevó a Donostiarra a abrirse un poco más de la cuenta, mientras que Hondarribia cerraba mucho su maniobra, recuperando parte de su desventaja para salir a la par y conseguir en los primeros metros del largo de vuelta recuperar la proa de la regata. Orio giraba ocho segundos, uno mejor que el tiempo que en la segunda tanda había marcado Urdaibai, y trece mejor que una Zierbena que transmitía muy malas sensaciones.

Ese segundo largo fue el de la Ama Guadalupekoa, que enganchó un par de olas para distanciarse en tres segundos de Donostiarra, con Orio ya en tierra de nadie.

Las últimas paladas antes de la segunda maniobra sirvieron para aproximar a la Torrekua II a su rival y salir a dos segundos, con Urdaibai marcando ya el tercer mejor registro, aunque a diez de los de Mikel Orbañanos.

De nuevo en popare, Donostiarra volvió a abrir gas para ponerse a la par de Hondarribia y calcar su tiempo en la tercera maniobra, aunque de la misma otra vez salió mejor la Ama Guadalupekoa.

La alegría le duró poco porque enseguida Donostiarra metió una marcha más al protagonizar un largo final pleno de potencia (5:00.93) que mejoró en una centésima su primero (5:00.94). La distancia entre ambos se fue haciendo cada vez mayor sin que Hondarribia pudiera evitarlo. A la altura de la isla, el triunfo de la Torrekua II era una evidencia, también el segundo lugar de los de Orbañanos y el tercero de Urdaibai, cuyo tiempo superaba ampliamente el de una desdibujada Orio, que aún así iba a ser cuarta por delante de una sorprendente Getaria.

Y es que la Esperantza volvió a protagonizar una regata extraordinaria. Fue capaz de ser proa de regata por delante de Urdaibai durante el largo de ida de la segunda tanda y estuvo a su estela hasta la segunda maniobra. A partir de ahí los vatios de la Bou Bizkaia dictaron sentencia, aunque el esfuerzo de Getaria tuvo su recompensa con el quinto mejor tiempo y ocho puntos que le permiten tener una renta de diez respecto a Ares y Ondarroa, las embarcaciones que cierran la clasificación.

Kaiku, ganadora de la primera tanda pese a su sanción de tres segundos por invasión de calle, también fue sancionada Cabo, fue sexta. Una decepcionante Zierbena cayó a la novena plaza y Santurtzi no fue la del día anterior y finalizó décima.

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