Los gobernadores de La Concha

Los dos saben perfectamente la tensión que se vive los días previos a una regata de esta trascendencia. En el caso de Amunarriz, además, no suele ser una semana sencilla de gestionar dado que Hondarribia vive sus fiestas. Por eso prefiere seguir con su rutina habitual y, lejos de cogerse unos días de vacaciones para estar más tranquilo y disfrutar con mesura de unos días tan especiales, sigue trabajando como fontanero. «Mejor trabajar un poco que estar en casa comiéndote el tarro», señala con esa sinceridad que le caracteriza. «Esta semana es interesante para buscar ese puntito de mejora para ver si podemos rematar la faena este domingo», dice Aranberri, que ya tiene fijado su punto de mira en la regata.

Ioseba Amunarriz lleva toda una vida ligado a la Ama Guadalupekoa. Cuando en 2005 consiguió su primera victoria en aquella Bandera de La Concha en la que Hondarribia remontó más de 14 segundos a la todopoderosa Astillero, Gorka Aranberri tenía 18 años y apenas llevaba dos como patrón en la Enbata de Zarautz y uno sin el chaleco reglamentario con el que tuvo que remar hasta que cumplió los 17. Aquella regata en un mar embravecido encumbró al hondarribiarra, para quien la Bandera de La Concha es «como la Champions».

Aranberri tardaría seis años más en ganar por primera vez en La Concha. Y lo hizo ya con Urdaibai, a donde había llegado en invierno procedente de Zarautz siguiendo el mismo camino que había recorrido un año antes otro zarauztarra con el que había remado en la Enbata, Bersaitz Azkue.

La presencia por aquel entonces de Kaiku, que ganó en 2012 en La Concha con Cristian Garma como patrón, impidió que los duelos entre ambos patrones fueran directos. Fue en 2013 cuando esa rivalidad comenzó a gestarse y cuando Amunarriz y Aranberri empezaron a repartirse los triunfos en la bahía, alguno no sin polémica como el de ese mismo año cuando, en la segunda jornada, la Ama Guadalupekoa y la Bou Bizkaia chocaron sus palas y los bermeotarras fueron descalificados. O en 2018, cuando Urdaibai fue sancionada por abordar a Zierbena, lo que aprovecharon los de Mikel Orbañanos para ganar.

En total Amunarriz suma cinco victorias en La Concha por siete de Aranberri, que este domingo podría situarse a una sola victoria del mítico Aita Manuel, el patrón más laureado. «No miro a eso. Vamos año a año y las que se ganaron ya están ganadas. Agua pasada no mueve molinos», señala consciente de que el alto rendimiento exige resultados cada día. «Ahora vamos a por la bandera de este año que creo que podemos ganarla porque tenemos un buen grupo y, si podemos, hay que aprovecharlo como sea».

Los dos destacan precisamente la importancia de haber estado en clubes grandes para lucir el palmarés que lucen. «Los equipos en los que hemos estado tanto Ioseba como yo han sido muy buenos y por eso hemos podido ganar tantas veces», destaca Gorka. «Ahora intentaremos de nuevo estar a la altura, intentaremos dar lo mejor de nosotros mismos pero sólo conseguiremos ganar si funcionamos bien como equipo. Un patrón solo no gana una Bandera de La Concha».

«Sí, al final, cuando estás en equipos importantes y haces bien tu trabajo, estás optando a esas banderas. En los últimos años tanto él como yo hemos tenido ese privilegio y lo hemos aprovechado», añade el patrón hondarribiarra.

Pero, ¿cómo ven dos leyendas de este calibre a su gran rival? «Yo de Ioseba destaco su constancia y la confianza que transmite a sus remeros», señala Aranberri. «Cuando en Hondarribia no han tenido años tan buenos, él ha seguido ahí. Estando veintipico años dentro de la trainera, con diferentes remeros, tiene mucho mérito que siempre le hagan caso. A veces ver siempre al mismo aburre, pero Ioseba es ahora mismo un icono en Hondarribia por estar siempre ahí delante con la trainera y por todo lo que ha ganado. Eso tiene un mérito tremendo».

Amunarriz tampoco escatima elogios. «Gorka es un muy buen patrón. Cuando siempre estás en equipos grandes quiere decir que eres bueno. En mar es muy bueno, en ría también. Sabe exprimir a la gente. Es uno de los mejores patrones que ha habido en la historia», afirma. «Destaca en todo. Es un patrón que nunca falla, que siempre está dando un diez en cada regata y eso, quieras que no, se nota dentro del bote».