Take Kubo, el primero de la operación salida del Real Madrid

El campeón de Liga y de Europa comenzó deshaciéndose el pasado día 8 de Jovic, al que se le facilitó la carta de libertad para marcharse a la Fiorentina. El siguiente en hacer las maletas será Take Kubo, cuyo pase a la Real está solo pendiente de que remita la fiebre que le viene castigando estos últimos días para poder viajar a San Sebastián. Firmará hasta 2027 a cambio de seis millones de euros. El Real Madrid se guardará una opción de recompra y se embolsaría la mitad del dinero recaudado en un hipotética futura venta del japonés.

Mientras se consuma el adiós de Kubo, el Madrid intensifica la colocación de Reinier, cuya condición de extracomunitario le bloquea las puertas del equipo de Ancelotti. El brasileño estuvo cerca del Benfica, pero las negociaciones no fructificaron porque el club lisboeta maniobró para lograr un traspaso en el futuro y los blancos se cerraron. El mejor situado es el Valladolid.

Más allá de esas salidas obligadas, el Real Madrid ha colgado el cartel de transferibles a Vallejo, Odriozola, Mariano y Borja Mayoral. El central maño quiere quedarse, pese a ser quinto en el escalafón de los centrales. El lateral donostiarra volvió a disfrutar con el fútbol la pasada temporada en la Fiorentina, pero tiene por delante a Carvajal, a Lucas Vázquez e incluso a Nacho. Respecto a los delanteros, el de Parla es el que goza de mayor predicamento entre la directiva, pero la sempiterna reticencia del hispano-dominicano a abandonar Valdebebas hace más factible la marcha del ex de Roma y Getafe. El club azulón pugna por devolver a Mayoral al Coliseum, aunque el Celta también puja con fuerza. No son los únicos que le quieren.

La lista de posibles traspasos la completan Asensio y Ceballos. Dos futbolistas que enfilan su último año de contrato, carecen de una oferta de renovación sobre la mesa, tienen buen cartel y necesitan minutos para ganarse un puesto en la lista del Mundial.

Asensio, al que siguen la pista Milan y Arsenal, perdió fuelle en el último tramo de la pasada temporada mientras que a Ceballos se le reduce aún más el espacio con el aterrizaje de Tchouaméni. Le gustaría volver al Betis, pero en Heliópolis no disponen, a día de hoy, de margen salarial.