Superioridad apabullante

Nunca he estado de acuerdo con los entrenadores cuando dicen que el calendario da igual porque al final hay que jugar contra todos. Yo pienso que sí influye y que no es lo mismo jugar contra un determinado equipo en la jornada tres o en la última. El ejemplo lo vimos ayer. No sé cómo estará el Elche dentro de dos meses, por ejemplo, pero es evidente que el conjunto ilicitano no podía estar a tope. Con tres semanas de entrenamientos y la plantilla a medio construir, el Elche era, a priori, un equipo inferior. Y a posteriori también.

Pero no seré yo, desde luego, el que le quite méritos a la clara victoria del conjunto de Imanol, que tampoco está en su mejor forma todavía. La Real ganó por mayoría absoluta, superó en todas las facetas a su rival y lo extraño es que no marcara antes. No es que el triunfo nunca estuviera en peligro, es que simplemente desde el minuto 1 hasta el 93 estuvo claro que el único resultado posible era la victoria de la Real. Las estadísticas lo dicen todo. 27 remates de los nuestros, siete a puerta, once saques de esquina, 493 pases, ¡132 ataques!, 98 de ellos peligrosos...

Se mire por donde se mire la superioridad fue manifiesta, llegando a jugar los de Imanol hasta cómodos durante muchos minutos.

Otra afirmación muy repetida con la que tampoco estoy de acuerdo es que de las victorias, sobre todo de las más o menos contundentes, no conviene sacar conclusiones, y sí de las derrotas. No. Del incontestable, merecido e indiscutible triunfo de ayer –de paso se hicieron buenos los dos empates anteriores y ya son 5 puntos de 9– también se deben extraer conclusiones. Y la primera es que para hacer buena tanta superioridad, para poder ganar el partido con comodidad, fue necesario que Remiro hiciera dos paradones, sobre todo el segundo. Y esas dos intervenciones del meta llegaron por nuevos errores en defensa, esta vez de los dos laterales. Dentro del área no se puede conceder nada, hay que ser contundente y andar sin miramientos. Y la Real, pese a todo lo dicho, se pudo poner en desventaja frente a un equipo que no atacó nada. Ya sé que los nuestros tuvieron muchas más oportunidades y que el portero local fue el mejor, con diferencia, de su equipo. Pero la Real debe conceder mucho menos, sobre todo frente a un equipo tan inferior como lo fue ayer el Elche.

Esta vez Remiro con una mano salvadora, consiguió mantener su puerta a cero, en una jugada que hubiera supuesto el 1-1 y que, seguramente, hubiese cambiado el partido. Si la Real quiere estar arriba debe evitar estos errores, porque normalmente cuestan goles.

Hay también, por supuesto, muchas cosas positivas y una que llama la atención es que Roberto López es después de tres partidos el máximo realizador de la Real, con dos goles. Bien chaval. Muy bien. Más. Dos de los tres goles llegaron de jugadores que empezaron en el banquillo, lo que habla muy bien de la profundidad de plantilla que tiene Imanol. Más. Gran partido de Silva en su primera titularidad. Nadie echó de menos ayer a Odegaard, ¿verdad?. Más. Otro recital de Merino, decisivo en su pase a Portu en el 0-1 y no menos buena definición del delantero. Más. Ayer jugaron diez de la cantera. Seis de inicio más Zubimendi, Roberto López, Barrenetxea y Bautista. Más. Imanol, cosa rara, utilizó los cinco cambios. Se nota que es semana de tres partidos.

Y una duda para acabar. ¿Por qué no jugó un solo minuto Willian José?

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