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Un punto de frustración para el líder de la Liga
Un error de Remiro resucita al Athletic y deja un regusto amargo en una Real Sociedad que se volvió a mostrar muy sólida
No pudo ser. El gran derbi vasco acabó en una noche frustrante para la Real Sociedad, que vio cómo se le escapaba el triunfo en ... el descuento tras un grave error de Remiro, que no supo parar un disparo asequible de Muniain tras un lanzamiento de falta. Antes, la Real había sido la de toda la temporada, un equipo muy serio y con muchísimo oficio. El empate permite a los de Imanol seguir líderes en solitario, pero el regusto de este derbi es amargo porque los tres puntos estaban muy cerca.
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Ya en la primera acción del encuentro se vio que no iba a ser la noche de Remiro. El meta de Cascante se precipitó en un balón largo a Williams y dejó al delantero rojiblanco solo para marcar a placer. En ese momento apareció Aritz Elustondo para convertirse en la peor pesadilla del Athletic, puesto que rebañó limpiamente el balón al delantero de ascendencia africana. Unos minutos después, de nuevo el de Beasain salvó a su equipo robando de forma milagrosa otro balón a Williams. Los vizcaínos salieron muy agresivos, pero la Real fue poco a poco quitándose la presión de encima y empezó a controlar el partido gracias a la calidad y a la inteligencia táctica de Merino y Silva.
En un Reale Arena lleno hasta los topes y con un ambiente impresionante en las gradas, el conjunto de Imanol Alguacil empezó a agobiar a su rival, y así llegaron las dos primeras oportunidades en las botas de un omnipresente Isak.
Expulsión de Iñigo Martínez
En la segunda parte el guion fue muy parecido. Solo que en este acto sucedieron bastantes más cosas con peso en el desarrollo del partido. Remiro, con dos grandes intervenciones, salvó los goles de Raúl García y Berenguer con sendos remates de cabeza. Silva la tuvo de volea para no supo conectar bien con el balón, y despertó a una grada que dio un recital en las gradas. La escuadra txuri-urdin se vino arriba y acorraló al Athletic, y ahí es cuando Iñigo Martínez entró en acción. El exrealista es un amigo en estos partidos, y volvió a cometer un penalti claro, como en la final de La Cartuja. La víctima fue Merino, y el encargado de marcar fue Isak.
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El gol animó a los locales, que buscaron sin éxito un segundo tanto que pusiera tierra de por medio en el gran clásico vasco. El central de Ondarroa desató la fiesta en Anoeta al propinar un manotazo a Isak, acción que le costó la segunda amarilla y la expulsión. Imanol metió cambios para proteger al equipo, pero un error clamoroso de Remiro en el 90' ante un tiro tímido de falta de Muniain hizo que el resultado final fuera el empate. Marcelino García Toral celebró de forma muy efusiva la igualada. En resumen, un punto amargo, pero que sirve a la Real Sociedad para mirar a todos los equipos de la Liga desde la cima de la clasificación.
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