La Real Sociedad confina al AZ Alkmaar

Presión alta en salida de balón del conjunto neerlandés pero con mucha paciencia y precisión la superaban los de Imanol. Una gran importancia en este acierto tuvo Oyarzabal para encontrarle como hombre libre. Se olvidaba de ocupar la banda izquierda y flotaba en posiciones interiores donde su par no le seguía. Si una vez que recibe combina con Merino y Silva, se convierte en ocasión de peligro. Así se gestó la ocasión más clara del primer tiempo que falló Portu a pase de Silva.

Si el AZ creyó que presionar en campo contrario podría darle resultado, fue la Real quien tuvo gran eficacia en esta tarea. Seña de identidad de este equipo, presiona a pares por todo el campo proponiendo un marcaje individual. Tanto es así que cuando el punta del equipo rival baja mucho a recibir, vemos a Le Normand y Sagnan cerca del otro área. Los robos cercanos a la portería holandesa obligaron a un juego mucho más directo a los visitantes.

No paraba de llegar por todos los carriles el conjunto de Imanol, comandado por un gran Silva. El canario se ha convertido en el motor de este equipo. Cuando hace falta reducir velocidad, reduce, y si es necesario acelerar, acelera. Todo con una precisión milimétrica. Su presencia provoca posesiones con sentido y profundidad.

Así fueron llegando sucesivamente las ocasiones pero el gol no llegó hasta el minuto 58. Merino ganó un balón aéreo, puso el balón en el círculo central y Monreal se hizo con el cuero. Llegó el balón a Silva, que puso la velocidad a la jugada, abrió para Monreal, que encontró al indetectable Oyarzabal, falló en el remate el '10' pero dejó solo a Portu, que solo la empujó.

La mayoría de equipos deciden dar un paso atrás tras el gol, no así el equipo donostiarra que siguió presionando y creando peligro. El gol de la tranquilidad no llegó y el marcador provocó mucha tensión. Toca pensar en Liga y afinar la puntería.