Despedida

Odegaard: «Aquí tenéis un txuri-urdin para siempre; agur eta aupa Reala»

El noruego se despide de la Real con un mensaje de gratitud hacia la afición, el club y los compañeros

Gaizka Lasa

San Sebastián

Miércoles, 12 de agosto 2020, 18:30

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Martin Odegaard ha trasladado su elegancia futbolística al plano personal en su despedida de la Real Sociedad. Reclamado por el Real Madrid, club al que pertenece en propiedad, deja Donostia tras haber hecho disfrutar a la afición con un juego brillante y una actitud entregada. Sin embargo, el futbolista considera que es él quien debe dar las gracias a la Real, concepto en el que incluye club, compañeros y afición.

Antes de que mañana arranque el curso en Zubieta y todas las miradas pasen a estar puestas en una campaña ilusionante –Odegaard ya no ha sido citado a las pruebas PCR a las que se someterán sus excompañeros–, el noruego ha visto la necesidad de poner el punto final que corresponde a la gran temporada vivida como blanquiazul. Ha sido un mensaje dirigido «a la familia txuri-urdin». En un castellano más que correcto y cierto tono melancólico, señala que «quiero mandaros este mensaje de despedida, pero sobre todo de agradecimiento por lo que ha sido un año inolvidable para mí».

¿Por qué? Porque en este vídeo, el astro merengue confirma que ha disfrutado tal y como transmitía desde el verde. «He vivido grandes momentos con esta camiseta: desde la presentación, mi primer gol en el Reale Arena, la clasificación para la final de Copa y para la Europa League... y muchos más».

«Es un mensaje de despedida pero sobre todo de agradecimiento porque ha sido un año inolvidable»

gratitud

Confiesa que en Donostia ha encontrado el entorno propicio para desarrollarse como futbolista y para poder dar lo mejor que tiene dentro porque «me habéis hecho sentir un canterano más. Todo el cariño que me habéis demostrado en el campo y en el día a día nunca lo olvidaré».

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En un vídeo aderezado con imágenes de algunos de sus momentos estelares como futbolista de la Real, Odegaard pasa de dirigirse a la «familia» global que rodea al club a dedicar una mención expresa a quienes ha tenido más de cerca en el día a día. Primeramente cumple con la institución en tono solemne. «Quiero agradecer al club la confianza que puso en mí». Y seguidamente baja al césped con un discurso más humano para acordarse de sus colegas. «Quiero agradecer a todos mis compañeros y al staff que me habéis ayudado a ser mejor día tras día».

«Todo el cariño que me habéis demostrado nunca lo olvidaré, me he sentido un canterano más»

sentimiento

Esto último no es baladí. Con la misma humildad con la que vino se va, reclamado por el mismísimo Zinedine Zidane. El campeón de liga viene descaradamente a por él y el noruego revela que han sido sus compañeros los que le han hecho mejor. Un señor.

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El final es un clásico 'hasta siempre'. Luego vendrá al Reale Arena, repartirá juego, dará asistencias y marcará goles que vayan en detrimento de sus excompañeros, pero no hará falta que nadie le pregunte si los celebrará. Martintxo se lleva a la Real en su corazón. «Ha llegado el momento de despedirnos, pero aquí tenéis un txuri-urdin para siempre. Agur eta aupa Reala!», acabó diciendo ayer quien ya es parte del pasado en la Real Sociedad.

Borrón y cuenta nueva para ambas partes. Odegaard ya parece un fantasma que un buen día pasó por el club donostiarra. Ya no figura en la relación de jugadores que recoge la página web. No está en la lista de futbolistas convocados a pasar las pruebas médicas. Ya no existe en la realidad blanquiazul. Y eso que el propio jugador ha manifestado durante las últimas semanas que su deseo era continuar en la Real para, entre otras cosas, seguir con lo iniciado esta temporada: la final de la Copa y la participación en la Europa League fundamentalmente.

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Pero así es el fútbol. El Real Madrid necesitaba un reclamo tras su eliminación en la Champions y el destino del jugador giró antes de lo que estaba previsto. Su contrato de cesión acabó en julio tras el final de Liga y en agosto era a efectos legales jugador del Real Madrid en tanto no se redactase el nuevo contrato de cesión para esta temporada. La Real tenía la palabra del Madrid de que se cumpliría lo pactado, es decir, dos años de cesión. Pero las circunstancias han tornado.

«Gracias a los compañeros y al staff, que me habéis ayudado a ser mejor día tras día»

humildad

Lo primero que tendrá que hacer el futbolista en Madrid es recuperarse de su maltrecha rodilla. De hecho, no tenía previsto arrancar la pretemporada en Zubieta al mismo ritmo que los demás. Los servicios médicos y técnicos recuperadores han tenido entre algodones al noruego en Zubieta durante toda la segunda mitad de la temporada. Ahora deberán ser los especialistas de Valdebebas quienes valoren el proceso de recuperación y puesta a punta del futbolista. Ya no tiene nada que ver con la Real. Nada, excepto el recuerdo imborrable que deja un señor futbolista y una señora persona.

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