Objetivo Anoeta: el doble de alegrías que de frustraciones

La estadística global del campo amaratarra resulta ligeramente mejor que la que se ciñe a los últimos cuatro años, desde que se juega en el remodelado estadio Reale Arena sin pistas de atletismo. De los 79 duelos ligueros disputados en el nuevo feudo txuri-urdin, la Real ha ganado 36, el 45,5% del total.

Sin embargo, la curva de evolución es ascendente en el ciclo de vida del nuevo estadio. En la campaña 18/19, aquella del estreno ante el Barcelona en la cuarta jornada, aún con Asier Garitano en el banquillo, los realistas cosecharon siete victorias, seis derrotas y seis empates como locales. En el curso siguiente, iniciado ya con Imanol, sumaron nueve triunfos, los mismos que en la 20/21. La última temporada, el registro mejoró. Diez veces disfrutaron los aficionados de una victoria ante cinco empates y solo cuatro derrotas. Fuera del balance de 500 partidos ligueros quedan las mágicas noches ante PSV Eindhoven (3-0) y Atlético de Madrid (2-0) en Europa League y Copa respectivamente.

Al aumento de los decibelios de la grada durante las últimas campañas se une el crecimiento de una plantilla ambiciosa y el compromiso del equipo ante su gente, subrayado por el míster en la previa de cada partido. El vestuario sabe que la consecución de los objetivos pasa por obtener unos notables números en los partidos de casa. Todo lo que sea llegar a ese 50% de victorias en casa acerca la clasificación europea que el equipo se pone como meta.

Los porcentajes actuales se deben enmarcar en un contexto donde la diferencia entre local y visitante se ha reducido al máximo. Las condiciones de los terrenos de juego se han homogeneizado y los planteamientos de los equipos apenas varían en función de si juega en casa o fuera. El año pasado, la Real sumó 35 puntos en casa y 27 fuera.

Lejos quedan los tiempos en los que era factible ganar a cualquier rival en el viejo Atocha mientras puntuar se antojaba como todo un logro incluso en los campos de los más modestos. Las estadísticas del estadio de Duque de Mandas son apabullantes. La Real jugó allí 746 encuentros de liga, llegando a ganar 455, ni más ni menos que el 61% del total. Y entre los otros dos posibles resultados, los empates (173) también se imponen con claridad a las derrotas (118). Incluso en las temporadas en las que el conjunto txuri-urdin coqueteaba con los puestos de abajo, no es extraño observar cómo lograba ocho o nueve victorias en el entrañable campo donostiarra.

La serie ha tenido un arranque regular este curso, si bien dos de los tres visitantes han sido equipos Champions como el Barcelona (1-4) y el Atlético de Madrid (1-1). Al punto logrado contra los colchoneros se suma el sufrido triunfo contra el Espanyol (2-1). Villarreal, Mallorca y Valencia serán los tres próximo rivales en el Reale Arena en la competición doméstica antes del parón por el Mundial. Serán tres partidos que marcarán la tendencia. Todo lo que sea vivir el doble de alegrías que de frustraciones pondrá al equipo de Imanol en la buena dirección.