Imanol y Oyarzabal: el abrazo que apaga el incendio
El capitán y el entrenador escenifican su buena química pese a su cruce de declaraciones tras la derrota en Bilbao
Fue algo más que un gesto, fue una reivindicación, una respuesta. El sentido abrazo en el que se fundieron Imanol y Oyarzabal al sustituir el ... primero al segundo por Sadiq al final del encuentro ante el Ajax de Amsterdam escenifica la buena química que mantienen pese a su cruce de declaraciones tras la derrota de Bilbao del pasado domingo. Hubo quien quiso ver un incendio, una quiebra en la armonía del vestuario, un desencuentro manifiesto sobre todo en las palabras del '10', que cuestionó el planteamiento de su míster en el encuentro de San Mamés del pasado domingo y de temporadas anteriores. O son muy buenos actores o las imágenes del encuentro de la Europa League en Anoeta retratan que se trató de una simple descrepancia, el dolor por la derrota más sangrante expresado en palabras.
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Varios medios, sobre todo de fuera de Gipuzkoa, dedujeron que la respuesta de Oyarzabal a la crítica velada de Imanol a los jugadores después del choque ante el Athletic dejaba entrever cierta tensión entre el capitán y el técnico de Orio. Se citaron términos como 'incendio' o 'polémica' después de que Oyarzabal respondiera con esta frase a las críticas de Imanol: «Llevamos cuatro años que no somos nosotros mismos, igual hay que echarle un ojo desde el inicio, desde cómo lo planteamos, desde cuál es la idea que tenemos desde dentro e intentar todos hacer autocrítica». El entrenador había señalado claramente a sus jugadores. «En los primeros 25 minutos hubiese cambiado a los once. No me ha gustado cómo hemos empezado el partido, no hemos comparecido».
No obstante, Imanol acalló todos los comentarios ya en la víspera del encuentro ante el Ajax de Amsterdam, significando que su relación con el capitán es muy buena y todo lo que valora la aportación del eibarrés: «El entrenador y el capitán sienten mucho la derrota de la Real y sucedió eso, que tanto el entrenador como los jugadores estaban cabreados y dolidos por perder el derbi. No ha pasado nada más», quiso zanjar. Fue más allá el técnico de Orio al maniestar sobre el particular: «Parece mentira que esos que han podido ver un incendio duden por toda la buena relación que tenemos entre Mikel y yo. Es sencillo de explicar. Es sentimiento. Tanto el jugador como el entrenador sienten perder con la Real como cualquier aficionado y no ha pasado nada más allá de eso. Ni siquiera mis palabras fueron faltas de respeto ni para echar balones fuera ni las de Mikel para cuestionar el planteamiento de partido».
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