Goti se lamenta tras el primer gol, en cuya génesis está un mal pase suyo Arizmendi
El seguimiento

Goti: un debut difícil y lleno de lecciones

El centrocampista de 23 años regaló el primer gol a Kylian Mbappé tras un mal pase hacia atrás en el que le condenó la poca experiencia en la categoría

Xabier Manzanares

Sábado, 13 de septiembre 2025, 20:43

Pongámonos la camiseta con el dorsal número '22'. Es tu debut en Liga, enfrente te espera el Real Madrid y a la hora de mirar ... a la grada, eres capaz de apreciar el hambre de victoria de una afición txuri-urdin inquieta. Solamente llevas diez minutos en el terreno de juego y en lo que a priori parece un pase simple hacia atrás, terminas regalándole el balón a Kylian Mbappé para que, sin dudarlo, haga el primer gol del partido. Eso fue precisamente lo que le sucedió ayer a Mikel Goti.

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No hay mejor aprendizaje que el de fallar, bajar las pulsaciones y prepararse para lo siguiente. Es cierto que el rival no le dio muchas opciones al centrocampista, que terminó como el pichichi del filial la temporada pasada, pero después de quitarse toda la presión y con la expulsión de Huijsen, empezó a entrar algo más en juego.

Sergio Francisco, conocedor de las habilidades del mediopunta de Gorliz, confió en alinear al jugador de tan solo 23 años en el once titular. Y al txuri-urdin, más que para lucirse, el primer encuentro en Primera División le sirvió para aprender.

Mapa de calor de Goti. A pesar de salir de inicio como centrocampista, por delante de Gorrotxategi y Marin, trató de crear peligro por la banda derecha junto a Gonçalo Guedes.

Regla número uno del fútbol de élite: no confiarse. Regla número dos: a veces toca correr y agachar la cabeza. El vizcaíno se vio rodeado en el centro del campo por un tridente de jugadores como Tchouaméni, Ceballos y Arda Güler. Y entre los tres hicieron que el blanquiazul, por momentos, no encontrar ningún resquicio para sacar el balón limpiamente.

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Trató de buscar soluciones cayendo a la banda derecha. Como pareja de baile tenía a Guedes, pero el peligro ofensivo entre los dos no intimidó a Carreras. Ambos trataron de combinar en distancias cortas, al espacio, pero ninguna de las fórmulas tuvo éxito para tratar de hacer daño a un Madrid muy cómodo hasta la primera mitad.

Es cuestión de experiencia

Tras el paso por los vestuarios, Goti volvió a salir al terreno de juego. El hecho de que los visitantes se metieran atrás quizás tuvo su efecto, pero el centrocampista se mostró más activo tras la charla del técnico irundarra. Tuvo dos buenas acciones antes de ser sustituido a la hora de partido. La primera de ellas, un buen cambio de dirección para armar uno de los únicos contraataques de la Real Sociedad y la segunda ocasión, un tiro de volea dentro del área que terminó estrellándose contra Éder Militão.

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El de ayer no fue el debut soñado de un jugador, pero el objetivo no era sencillo: destacar contra el Real Madrid. De momento, habrá que esperar para ver el mejor nivel de Mikel Goti, que como él mismo demostró con el filial, nos puede aportar mucho.

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