Gaizka Ayesa, el relevo de Álex Remiro está listo

Si Álex Remiro se lesiona o es sancionado, una circunstancia que nadie quiere que ocurra pero que es posible en un deporte de contacto como el fútbol, la portería de la Real será defendida por Ayesa un guardameta cuyo hándicap es importante al no haberse estrenado en Primera ni en Segunda y que apenas suma nueve partidos en Segunda B.

Sin posibilidad de incorporar el club un portero con experiencia al estar cerrado el mercado de invierno y al no ser la lesión de Moyá de larga duración, en cuyo caso el reglamento sí hubiera permitido fichar, a la Real se le ha presentado un escenario que podía prever pero que no por ello deja de ser inquietante al haber en el horizonte una eliminatoria ante el Manchester United, una final de Copa y un buen número de partidos de Liga.

Si no se pudiera contar con Remiro en alguno de esos partidos, Ayesa, de 19 años, será el guardameta de la Real. Esta posibilidad no es nueva, viene dándose en las últimas semanas desde que Moyá se lesionó en el calentamiento del partido en Nápoles el pasado 10 de diciembre, aunque en el club confiaban en que más pronto que tarde se pusiera fin a esta circunstancia. Se esperaba que en breve, en dos semanas como mucho, Moyá pudiera regresar a una convocatoria porque su lesión no iba más allá de unas molestias y su evolución no era mala. Así lo había manifestado Imanol más de una vez en distintas comparecencias. El regreso del balear iba a permitir que Ayesa recuperara su rol de tercer portero, o lo que es lo mismo, que pudiera seguir creciendo en los entrenamientos del primer equipo de la mano del técnico de porteros Luis Llopis, uno de sus principales valedores. Sin embargo, una mala caída de Moyá en el entrenamiento del lunes ha alterado los planes.

A punto de cumplir 37 años y por tanto con menos certezas de que pueda recuperarse bien y en un plazo corto, Moyá entra en el quirófano, con un escaso bagaje esta temporada de 90 minutos ante el AZ Alkmaar en Anoeta. No ha jugado más. «Pensando ya en recuperarme para ayudar a mis compañeros lo antes posible», escribió ayer el balear en las redes sociales al conocer el diagnóstico del examen al que fue sometido, que confirmó su paso por la sala de operaciones.

Ante este escenario, el mensaje que traslada la Real Sociedad es que existe plena confianza en Gaizka Ayesa. Es un riesgo asumido. El problema es que nadie sabe cómo podría responder en un partido del primer equipo por mucho que los informes sean positivos. Ha jugado nueve partidos en Segunda B con el Sanse, con notable rendimiento, pero nada más. Su mejor aval, cuentan quienes mejor le conocen, la madurez y el aplomo que ha demostrado en su aterrizaje en el vestuario del primer equipo. Es un chaval que no pierde la calma ni en las peores circunstancias y que acepta bien la exigencia de trabajo del fútbol profesional.

Navarro, de Ansoáin, Ayesa llegó del Gazte Berriak a la Real en infantil txiki en 2013. No había torneo en Pamplona y alrededores en el que no destacara. En más de una ocasión fue reconocido como el mejor jugador, así que era fácil que bien Osasuna o cualquier otro club se fijara en él. Fue la Real porque el Gazte Berriak era por aquel entonces uno de sus clubes vinculados y porque Ayesa estaba empeñado en jugar en la Real por delante de cualquier otra propuesta. En Zubieta escaló todas las categorías hasta que jugando en la Real C, en la temporada 2019/20, la lesión de Unai Agirre y la marcha de la 'Araña' Ramírez en el mercado de invierno le abrieron las puertas del debut con el Sanse el 12 de enero de 2020 en El Plantío ante el Burgos. Su estreno fue impactante, tanto por la naturalidad y tranquilidad con la que se desenvolvió como por las intervenciones que realizó para mantener la portería a cero. Xabi Alonso y Salmerón, técnico local, elogiaron su actuación en sala de prensa. Después jugó otros tres partidos más, todos en casa, con victoria ante el Izarra (3-1) y empates contra Unionistas (0-0) y Haro (1-1). Con la salida de Unai Agirre al UCAM Murcia, Ayesa estaba llamado a ser el portero titular del Sanse esta temporada, pero la lesión de Moyá le ha llevado a entrenarse más tiempo con el primer equipo que con el filial y solo ha podido jugar cinco partidos en Segunda B: Real-Leioa (1-0), Real-Laredo (3-0), Barakaldo-Real (1-4), Amorebieta-Real (2-1) y Arenas de Getxo-Real (1-1). En total, números más que notables con solo seis goles encajados en nueve partidos en Segunda B, aunque los técnicos de Zubieta no se quedan en esos números y van más allá.

Con contrato hasta junio de 2022, de Ayesa se destaca su juego con los pies, sus reflejos y su valentía en el mano a mano. Y su físico, que es lo que le permite suplir el que puede ser su hándicap: la altura. Mide 1,82 metros que en el fútbol moderno puede ser insuficiente para dominar el juego aéreo, pero se insiste en que la fortaleza que tiene en el tren inferior le permite compensarlo. El navarro es fuerte.

Fuera del fútbol, estudia marketing a distancia en la UNIR y todavía saca tiempo para estudiar inglés en una academia.