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Mbappé se cuela ante Caleta-Car y Zubeldia para marcar el primero EFE

Una muy frágil Real no culmina la remontada

Los txuri-urdin caen ante el Real Madrid pese a jugar una hora con uno más y al gol de penalti de Oyarzabal a media hora del final

Ángel López

San Sebastián

Sábado, 13 de septiembre 2025, 18:17

Era fundamental comenzar bien la campaña para consolidar el proyecto y ratificar la confianza en Bretos y Sergio, pero este inicio de curso está siendo ... de pesadilla. Era muy difícil imaginar un arranque más decepcionante, mucho más en resultados que en juego, aunque éste también ha dejado mucho que desear en los dos últimos partidos. Dos puntos de 12, dos derrotas seguidas y una sensación de vulnerabilidad defensiva máxima. Malos ingredientes para un buen menú. Y eso que la Real sacó su orgullo en la segunda mitad ante en el Madrid.

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Es lo más normal que el Real Madrid le gane a la Real Sociedad. Lo hace casi siempre. Y ahora tiene al conceptuado como mejor jugador del mundo, Kylian Mbappé. Pero hay muchos equipos de la Real peores que el actual que la han plantado más cara los merengues y que incluso le han robado puntos. Cuando la reacción parecía mascarse con la polémica expulsión de Huijsen -la que siempre se la pitan en contra a los txuri-urdin-, más decepcionaron los locales, que recibieron el segundo. Lucharon hasta el final los blanquiazules para puntuar, pero ni siquiera el gol de Oyarzabal de penalti a media hora del final sirvió de aliciente. Los txuri-urdin intentaron tumbar al Madrid con uno más, pero tampoco generaron lo suficiente.

Goti, el peaje del debutante

Sergio sorprendió a todos apostando por Goti, beneficiario de las bajas de última hora de Brais y Sucic. Conformó el vizcaíno (23 años) un centro del campo jovencísimo, inexperto y con label vasco de calidad: Marín (22) y Gorrotxategi (23) fueron sus lugartenientes. También Guedes estrenó su condición de titular y Caleta-Car repitió en el eje, aunque todavía está a mil millas de haber mostrado sus credenciales.

El inicio del duelo ya evidenció la superioridad del Real Madrid, que desarbolaba con facilidad el dispositivo defensivo local. Marcó Ceballos al segundo minuto, pero el gol se anuló por un milimétrico fuera de juego de Mbappé. No obstante, no tardó mucho el equipo blanco en dar una bofetada de verdad, de disparar con fuego real y no de fogueo.

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El gol en contra de siempre

Fue el gol en contra de siempre, el ritual de lo habitual. Error en la entrega, transición no frenada y gol a la carrera. El fallo en el pase es de Goti en campo enemigo, Zubeldia no llega, Mbappé encara en sexta velocidad y Caleta-car que no quiere derribar al francés, que parece el TGV al lado del funicular, para no ver una roja prematura. Gol clásico de Mbappé y partido cuesta arriba.

El tanto sentó fatal a los guipuzcoanos, que sólo conseguían sacudirse el asedio blanco con el abanderado habitual: Barrene. El donostiarra chutó al lateral de la red, pero el que casi dobla la marca en dos ocasiones fue el Real Madrid, hiriente en extremo en las jugadas a balón parado. Militao se encontró en dos ocasiones con la inspiración de Remiro en sendos cabezazos a quemarropa.

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Y cuando se mascaba el segundo, llegó un halo de esperanza con la expulsión de Huijsen, tan injusta como las sufridas por Zubeldia en cancha del Betis -señalada por el mismo árbitro- y Aritz en el Camp Nou el pasado curso. El internacional español midió mal el bote en un balón largo, le ganó la acción Oyarzabal que, cuando encaraba el portal de Courtois pero todavía a 40 metros de portería, fue agarrado por el adversario. Militao corría en paralelo. Roja directa ante las protestas de un indignado Xabi Alonso.

Sentencia con uno menos

No aprovechó la circunstancia la Real pese a dar un paso adelante. Fue el Madrid el que siguió percutiendo. Mbappé se encontró con el palo en otra acción de genio y luego bailó ante Aritz antes de brindar una asistencia mágica hacia atrás a Guler, que tuvo tiempo y espacio para controlar y ajusticiar con el 0-2. Doble mazazo para una Real con uno más en el campo.

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El segundo tiempo fue muy distinto desde el inicio. El Madrid ya no fue a buscar a la Real tan arriba, aunque fue el primero que intentó golpear y sentenciar. Pero poco a poco fue reconquistando la Real terreno y esperanzas. Los de Sergio tuvieron una ocasión increíble: Marín remató y el balón no quiso entrar, ya que pegó primero en un palo y luego en el otro. Rozó lo esperpéntico. El partido viró con un centro de Barrene frenado por la mano de Carvajal, que se lanzaba para conjurar el partido. Marcó Oyarzabal y el panorama cambió.

Los cambios de la Real fueron para dar nuevos bríos y electricidad al ataque -Soler, Kubo, Zakharyan y Karrikaburu, además de Aramburu- y los del Madrid, para apuntalar el marcador. Pudieron marcar Soler en una chilena fallida en su debut y Caleta-Car tras el rechace, pero su disparo se fue alto.

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La Real lo intentó hasta el 96', sin clarividencia, pese a que Kubo lo intentó hasta la extenuación. Otro palazo. Crisis abierta.

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