Carlos Soler conduce el balón mientras busca un compañero, ayer en Anoeta De la Hera
El seguimiento a... Soler

Donostia está entre París y Londres

Primera titularidad del valenciano desde que llegó y la Real sale con premio: primera victoria del curso y acaba con la portería a cero

Jueves, 25 de septiembre 2025, 00:09

París, Londres, Donostia. La clase y nivel de Carlos Soler es directamente proporcional a las ciudades donde ha vivido en los últimos años. Demandaban la ... parroquia y los grupos futboleros de Whatsapp la titularidad para el centrocampista valenciano. Y así fue. Sergio Francisco le dio las llaves del centro del campo para jugar al lado de Gorrotxategi y que, como un medio melé en rugby, alimentara a los atacantes realistas en sus acometidas hacia la meta bermellona. Aunque es probable que no fuera su mejor partido. Seguro que los más brillantes están por llegar. Su carta de presentación como titular en Anoeta fue más que correcta. Y lo más importante: su concurso ayudó a que llegara el primer triunfo y además con la portería a cero.

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Dar luz al ataque

Hasta la fecha Pablo Marín había sido un fijo en el once. No solo con el técnico irundarra sino que también fue titularísimo en los últimos partidos de Imanol en el banquillo de Anoeta. Soler jugó en lugar del canterano y no tardó mucho en llevarse los primeros aplausos de la cátedra. Enseguida se le vio cómodo aunque no sea lo mismo jugar en el PSG o en el West Ham que en la Real.

En el Parque de los Príncipes el talento desborda por todos los lados y hay que surfear esa ola de fútbol que ofrecen Vitinha, Fabián, Dembele o Achraf. Al este de Londres, Soler era el ingeniero, ya que los 'hammers' están acostumbrados al heavy metal y sus centrocampistas no eran precisamente virtuosos del balón. En la Real podríamos hacer una media aritmética con el juego de Carlos Soler.

El talento de un jugador como el valenciano nunca está de más, sobre todo cuando el inicio del equipo ha sido tan titubeante y se necesitan revulsivos. Soler jugó como volante por la zurda para ofrecer balones a los delanteros y apoyar a Barrenetxea. También pisó área y se incrustó entre centrales para dar clarividencia a la salida de balón cuando las ideas y la presión del Mallorca lo hacía todo más complicado. La luz de París y el aura de Londres al servicio de Anoeta.

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Su partido llegó hasta el minuto 63 de partido cuando fue sustituido por Beñat Turrientes y se llevó una merecida ovación. Antes de eso rozó el gol con un buen disparo que desvió Leo Román. Aprovechó una cabalgada de Take Kubo, que se dejó el balón atrás y no se lo pensó dos veces para intentar perforar la puerta y que se abriera la puerta grande de Anoeta. La faena se quedó sin esa guinda pero Soler fue él mismo. Puso sus gotas de calidad, experiencia y saber estar. La de un tipo que ha vivido en París y Londres.

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