Cada vez que la Real se encuentra en vísperas de jugar competición europea, algo que por suerte se está repitiendo últimamente, surge siempre el mismo ... dilema hamletiano. Como el personaje de Willian Shakespeare, Imanol Alguacil se pregunta a sí mismo ante el maratón de partidos: ¿Rotar o no rotar? En su comparecencia de ayer se mantuvo fiel a su discurso de que el partido más importante es el siguiente y de que la mejor preparación para enfrentarse al PSV Eindhoven es ganar al Cádiz.
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Y no seremos nosotros quienes le quitemos la razón al técnico de Orio, pero viendo el precedente más cercano, el del pasado año, y con el equipo bastante cansado a final de temporada, uno piensa que toca dosificar esfuerzos, salvo en el caso de Aihen Muñoz, aunque seguro que el de Etxauri está encantado de jugarlo todo después de verse más fuera que dentro del club.
La liga es el pan y la mantequilla, que diría Toshack, pero parece claro que la Real este año tiene que dar el do de pecho de una vez en Europa y este arranque de competición en Holanda y luego en el Reale Arena recibiendo al Mónaco es determinante. Por lo tanto, es la hora de jugadores no titulares que deben dar un paso al frente y ponérselo difícil al míster. Por ejemplo Zaldua, jugador de gran regularidad quizás nunca suficientemente valorado; de Jon Pacheco, al que tenemos fe de que puede ser nuestro central zurdo de futuro; de Guevara, seguro que rabioso por tener más protagonismo; de Robert Navarro, cuya esencia en sus pocos minutos ante el Levante gustó a la parroquia: y de Portu y Januzaj, relegados por Barrenetxea en este arranque pero que mantienen cartel de titular por su calidad. Y luego está Sorloth arriba, que seguro que está con ganas. Está claro que Imanol no alineará a todos ellos mañana, pero en manos de estos jugadores está que la Real pueda compatibilizar tan duro calendario.
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