Hasta que duró la gasolina
La Real Sociedad aguantó en pie una hora hasta que se fue Merino y se disolvió como un azucarillo fallando una vez más en la estrategia defensiva
La derrota entraba dentro de lo probable después del duro partido del jueves en Leipzig pero hacer el ridículo de semejante manera en la media ... hora final, no tanto. Mala forma de encarar la vuelta europea dentro de tres días con semejante mazazo. Porque una cosa es que el físico no llegara para los 90 minutos y otra lo sucedido en un derbi que nos deja muchas dudas.
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Una de ellas fue la alineación de Imanol. Podía optar por meter piernas frescas o por acumular más minutos en hombres claves que llevan un buen tute sabiendo la situación de Isak y Januzaj para el partido ante el Leipzig. Tantas veces acertado, esta vez el plan le salió mal. Porque bastaron dos carreras de Djouahra cuando lo metió con todo el pescado vendido para darse cuenta de que eso era lo que se requería, gente con chispa y hambre al estilo de aquel equipo que asaltó San Mamés en 2018 con Asier Garitano cuando nadie daba un duro por él. Así, al menos, si salía mal, podías agarrarte a ese argumento para justificar el resultado y, de paso, guardabas fuerzas para Europa. Ahora menuda cara se te queda cuando te meten cuatro con los mejores.
Capítulo aparte merece las acciones de estrategia. Los dos primeros goles que rompen el partido retratan bien lo que es este equipo. El Villarreal nos remontó un partido no hace tanto con dos goles calcados de córner con Gerard Moreno en el primer poste y ayer Vivian y Sancet robaron la cartera a Oyarzabal y Zubimendi con una facilidad pasmosa en sendos saques de esquina. Claro que sobraba el córner que regaló Gorosabel sabedor de que Merino acababa de ser sustituido y el potencial del Athletic en la estrategia. Dio todo igual.
Luego hay un tercer aspecto que me llama mucho la atención. Y son las rotaciones de Aritz. El hombre que forma una muralla con Le Normand y que está completando su mejor temporada, descansa más de lo debido. Si le hubiera sustituido Pacheco para darle un respiro, habría sido entendible, pero Zubeldia venía de jugar también en Leipzig, así que fue un movimiento que ahora mismo no se entiende.
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Así las cosas, a la Real no le queda ningún argumento al que agarrarse en el derbi después de semejante varapalo que castiga moral y físicamente a un grupo con mucha tralla encima que se juega la temporada en tres días.
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Posesión defensiva
La Real se hizo con el balón de salida para tratar de protegerse con él, porque la práctica mayoría de los pases los dio en zona de iniciación y creación ante un Athletic que, en lugar de presionar arriba con Raúl García y Williams, prefería esperar con ellos más atrás para tapar el pase a Zubimendi. De esa manera en los primeros 25 minutos apenas pasaron grandes cosas, salvo una salida rápido al ataque txuri-urdin en la única ocasión en la que superó el centro del campo rojiblanco. Silva consiguió filtrar un buen balón a Sorloth que cayó a buscarlo, se giró y abrió hacia Portu para que ganara la acción a Yuri, pero su centro no logró conectar con Oyarzabal en boca de gol.
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Anteriormente la había tenido Merino con un disparo desde fuera del área que se marchó alto después de un balón suelto tras una disputa de Sorloth con los centrales locales. A la Real le interesaba un partido de ritmo bajo y de entrada logró su propósito.
Contra de Williams y penalti
A partir de ese minuto 25 el cuadro realista optó por jugar más en largo, quizás porque Remiro había tenido alguna imprecisión al tratar de colar el balón a la espalda de la primera línea defensiva rojiblanca. Pero esos balones directos volvían a la misma velocidad que iban, en parte porque a la Real le costaba combinar en campo contrario y cualquier impresión favorecía el contragolpe del equipo local, que lo esperaba como agua de mayo y lo explotó de maravilla.
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Las claves
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Contención. La Real entró con la idea de fijar un ritmo bajo de juego y la apuesta le salió durante la primera hora
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Estrategia. Una vez más la debilidad a balón parado fue decisiva con dos goles de córner en cuatro minutos
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Vigilancias. La Real perdió muchos balones y no acertó a encimar después, lo que favoreció la contra rival.
El primer balón que agarró Williams por la izquierda acabó en penalti por una mano de Silva sobre la línea del área. Remiro, que convivió muchos años con Muniain, adivinó sus intenciones y detuvo la pena máxima. Poco después el propio Williams agarró de nuevo la moto, Gorosabel temporizó y reculó hasta que su rival dobló el pase para la subida de Yuri. El disparo del zarauztarra lo desvió a córner Remiro con una buena mano. Dos contras que había corrido el Athletic, dos ocasiones de gol. Así que la Real volvió a enfriar el juego teniendo el balón en campo propio, aunque pudo estirarse con una falta de Oyarzabal que repelió Iñigo y una estirada de Gorosabel con centro al segundo poste que el capitán cabeceó bastante forzado.
Se va Merino y adiós
El inicio de la segunda parte ya mostró a un Athletic más directo y a una Real más dubitativa a la que no le duraba nada el balón. Williams destrozaba una y otra vez a Zubeldia en banda izquierda y las vigilancias brillaban por su ausencia. A la hora de juego Imanol decidió cambiar a Merino y Silva por Guridi y Rafinha para dar más frescura al centro del campo y el partido se acabó.
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Sin el navarro el cuadro rojiblanco sacó petróleo de dos córners en cuatro minutos para sentenciar la contienda. Con todo perdido, entonces sí, entró Djouahra para demostrar que tiene una velocidad endiablada y generar mucho peligro por la derecha, donde ganó varias carreras a Yuri y llegó a disparar con fuerza para el rechace de Simón. Pero como no se lesionen todos los atacantes parece que solo va a jugar los minutos de la basura. Una pena porque la temporada va avanzando y la gasolina va escaseando.
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