Barrenetxea manda el balón al fondo de las redes tras una jugada personal de Kubo. José Mari López
El análisis táctico

Ante la presión, paciencia

La Real encontró su momento en la segunda mitad después de sufrir lo indecible ante el acoso rival en la primera. Fue un partido tremendamente táctico que se llevó con electricidad

Imanol Troyano

San Sebastián

Viernes, 29 de noviembre 2024, 01:00

Fue un partido de poder a poder. De dos equipos que se buscaron a cara de perro, sin guardarse nada. Muy táctico. Con marcajes al ... hombre que no invitaban a rifar el balón de cualquier forma. La Real supo encontrar su momento en la segunda mitad, se rehizo del acoso al que le sometió el Ajax durante buena parte del encuentro y halló el premio gracias a dos jugadas llenas de electricidad. El conjunto blanquiazul dio un golpe sobre la mesa ante uno de los equipos más estimulantes de Europa. Que no se olvide.

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    Brais y Sucic tampoco lo arreglan por dentro

La derrota en San Mamés tres días atrás dejó distintas lecturas en el juego blanquiazul, casi todas negativas, pero una de las más comentadas fue la poca capacidad que tuvieron los realistas de conectar con sus interiores, aquel día Sergio y Sucic. Ayer Imanol decidió sentar al catalán, mantuvo al croata y dio entrada a Brais Méndez. Sin embargo, la presencia del gallego no alivió demasiado el juego interior txuri-urdin. La Real volvió a encontrarse con muchas dificultades para llevar el balón por dentro ante la acumulación de rivales. El Ajax cerró bien esas circulaciones por dentro y dejó que el conjunto guipuzcoano llevara el balón por los carriles exteriores sin demasiado peligro. De hecho, tanto Brais como Sucic protagonizaron pérdidas delicadas en su zona del campo. La más recordada de la primera mitad fue del exjugador del Salzburgo, a quien Fitz-Jim le birló el esférico cerca de área propia. La jugada pudo costar muy cara, porque Brobbey acabó rematando al poste.

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    La presión neerlandesa no permite avanzar

A la Real se le vio muy bloqueada en fase de iniciación. Incapaz de encontrar al hombre libre, debido al marcaje individual que preparó el Ajax sobre el césped. Remiro se las vio y se las deseó para apoyarse en un compañero. El equipo lo intentó de varias maneras. En corto, con Aguerd, para atraer al rival y luego buscar al extremo cercano o alejado. Kubo trató de estirar por su costado pidiendo diagonales del marroquí al percatarse de que Hato, el lateral de su banda, saltaba hasta Aritz, pero Henderson corrigió atento para incrustarse en la línea defensiva cuando ocurría eso. Cuando Remiro buscó en largo a Becker por izquierda el neerlandés fue incapaz de ganar la pelota. En la segunda mitad Oyarzabal probó escorándose a la derecha para recibir del guardameta poner de cara a Kubo, pero tampoco cuajó.

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    La Real responde con su misma medicina

El balón iba a ser el bien más preciado del encuentro teniendo en cuenta las características de ambos equipos. Por eso, no extrañó que tanto uno como otro se pusieran las pilas en fase defensiva para recuperar rápidamente la posesión. La Real no iba a ser menos que su rival y le aplicó su misma medicina en la presión con otro marcaje al hombre por todo el campo. Oyarzabal y Kubo se emparejaron con los entrales, Becker cerró por dentro preparado para saltar a latera, mientras que Aritz llegaba hasta la altura de Hato. Por dentro, Brais, Zubimendi y Sucic se repartían a Henderson, Fitz-Jim y Berghuis. Pasveer se encontró con el mismo problema que Remiro, no tenía a quien mandar la pelota. Algunas de las mejores acciones de los realistas llegaron tras recuperaciones altas. Aritz, Kubo y Brais fueron algunos de los autores de robos en campo rival que cerca estuvieron de acabar en gol. Afortunadamente para la Real, la lesión de Brobbey dejó al Ajax sin la posibilidad de buscar en largo a su delantero de referencia, que hasta que se tuvo que retirar del campo a la media hora de juego, estaba sujetando muy bien el balón de espaldas para luego descargar con el compañero o girar directamente al ataque.

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    Hato, de amenaza, a dejar un pasillo en el gol

Suele pasar. Ser uno de los destacados del partido y acabar siendo uno de los señalados por la derrota. Algo así le sucedió a Hato, fenomenal lateral zurdo del Ajax, omnipresente durante gran parte del encuentro tanto en ataque como en defensa. El neerlandés fue una pieza fundamental en el equipo de Farioli en determinados momentos para esquivar la presión de la Real, a través de esos giros de juego en los que se aparecía por dentro y hacía de menos los movimientos de Kubo y los interiores. Tanto se movió Hato que acabó sin fuerzas para detener a Kubo en la acción del gol. Va desesperado al suelo y el japonés pica con maestría el balón para asociarse con Aramburu. El resto fue historia.

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    Tres cambios que sí funcionan

¡Qué importantes fueron los cambios! Las tres primeras sustituciones que introdujo Imanol resultaron fundamentales en el devenir del encuentro. La primera de ellas obligada por la lesión de Aritz. Aramburu ocupó su lugar con éxito. Aportó energía y conectó bien con Kubo como quedó demostrado en la jugada del primer gol. El segundo cambio fue Turrientes. El oriotarra dio entrada al beasaindarra para reemplazar a Sucic, muy errático en la primera mitad, y el '22' txuri-urdin le dio otro aire al centro del campo. Demostró personalidad a la hora de circular el balón y también en sus conducciones para romper líneas. Partidazo. Por último, Barrenetxea, que entró en el lugar de Becker, además del gol –apareció al segundo palo, donde más duele–, aportó desequilibrio por izquierda y también se le vio aplicado en defensa.

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