Odriozola celebra ante Gorrotxategi y Zubeldia su gol al Barça EFE
Dale Cavese

Realadas y latigazos

Únicos en el mundo de verdad: siete guipuzcoanos y y ocho canteranos en el 'once', los medios fichados en el banquillo y vuelve a salir el rebelde Sadiq

Ángel López

San Sebastián

Martes, 30 de septiembre 2025, 06:38

Fue la clásica y anual visita al dentista, pero en este caso en lugar de una endodoncia, fue una limpieza dental, con cierto dolor. La ... Real exhibió orgullo y rasgos de su juego en la cancha del Barcelona, pero se volvió como en 29 de las últimas 30 visitas en Liga, con cero puntos y kilos de frustración en la maleta. Por fases fue un jugar como nunca y perder como siempre ante el Barça; cometiendo los mismos errores: pérdida que genera transición y gol en contra; y mala gestión del balón parado a favor y en contra. Un duelo donde hubo lugar a realadas y latigazos.

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Por partes. Realada: dícese de aquellos sucesos que sólo ocurren en la Real. Generalmente se suele emplear el término en sentido negativo, pero también se puede hacer en positivo. Sergio alineó a ocho canteranos, siete de ellos guipuzcoanos, jugadores de la provincia en un equipo de élite de Primera. Es un caso único en el mundo, pero de verdad. Alguno también llamó realada a ganar LaLiga dos veces en los ochenta cuando parecía imposible o la Copa en 2021 cuando daba la impresión de que los títulos estaban vedados para este club.

Por lo menos cercano a la realada fue adelantarse en el marcador merced a un gol de un futbolista al que no quería nadie hace un mes, ni siquiera la propia Real. Odriozola marcó y sacó una nota muy elevada hasta que reventó. Jugó porque estaban lesionados Aritz y Rupérez y el titular Aramburu se rompió en el calentamiento. El lateral donostiarra integró un mismo 'once' inicial que Gorrotxategi, Turrientes y Marín, que sentaron en el banquillo a los 41 millones que costaron centrocampistas como Brais (14), Zakharyan (11), Sucic (10) y Soler (6). ¿Realada de despacho?

Aguantó y aguantó la Real, Remiro pasó a la siguiente pantalla con algunas paradas que fueron auténticos milagros, pero el Barça marcó de remate de córner. En la primera temporada en la que cuenta con un especialista en las jugadas de estrategia, la Real está penando casi más que nunca en esta suerte. 51 saques de esquina sin gol y sin apenas ser rematados y en contra, auténticos estragos.

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Mención aparte merece Sadiq, el 'látigo de Kaduna'. El nigeriano debe ser Maradona en los entrenamientos invisibles de la Real porque son inapreciables los méritos futbolísticos y de comportamiento que ha contraído para contar con estas oportunidades. Latigazo para Karrikaburu y para la moral de la tropa.

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