Urkullu ve tan preocupante la 'no investidura' de Sánchez como una legislatura inestable que lleve a otras elecciones

Al tiempo, Urkullu se declaró «tranquilo» y se mostró inmune a cualquier intento de presión, tanto sobre él como eventual candidato a lehendakari en las próximas elecciones autonómicas vascas, como sobre el Gobierno. «Llama la atención que se traslade ese supuesto tensionamiento (dijo sin citarle en alusión a EH Bildu y la izquierda soberanista), cuando en realidad mi única preocupación es lo que afecta a la sociedad vasca», sentenció.

En ese sentido, y sin desvelar (como hasta ahora) en qué fecha serás las elecciones vascas, Urkullu sí insistió en que todo está condicionado por el complejo escenario político estatal. Sobre su candidatura o no a lehendakari recordó, como hiciera recientemente en el primer foro Encuentro con el Lehendakari de DV, que es una cuestión que no le preocupa «en absoluto» y que la designación del candidato jeltzale es única y exclusivamente cuestión y responsabilidad del PNV.

Al repasar la actualidad política y también la geopolítica, Iñigo Urkullu, lamentó que «vivimos tiempos convulsos» y resaltó la importancia de una cierta «estabilidad» que, al menos él, no aprecia en el panorama estatal y mucho menos en la Carrera de San Jerónimo. «Quizás hasta el último minuto de la sesión de investidura asistamos a momentos de tensión de unos y otros», dijo.

«Me preocupa la no elección, la no investidura, como también me preocupa una elección sin estabilidad posterior y con el riesgo de volver a vivir unas elecciones generales aún cuando se haya elegido a un presidente», sentenció Urkullu. «Y no es solo Puigdemont», advirtió, para explicar que terreno de juego al que se enfrenta Pedro Sánchez es aquel en el que «va a depender de todos, todo el rato».

«EH Bildu ya ha dicho que su voto será favorable, pero supongo que el resto de las formaciones de cuyo voto depende el PSOE estarán planteando sus condiciones». En ese sentido, y en aras a esa necesariua estabilidad, Urkullu expuso que, por ejemplo, ERV ya ha explicado que apoyará a Sánchez pero «solo para la elección como presidente». «¿Y lka estabilidad?», dijo.

«No es una cuestión menor el que se invista a un presidente de un Gobierno inestable. Con el PP disponiendo de mayoría absoluta en el Senado y la conflictividad internacional actual, un tiempo de inestabilidad es tan serio como que se elija a un presidente o no», dijo Urkullu, sabedor además de que esas hipotéticas elecciones generales anticipadas que pudieran derivar de la citada inestabilidad también tendrían su eco en las autonómicas vascas.

En ese llamamiento a la serenidad, el lehendakari apeló a la «responsabilidad compartida». «Tanto de quien quiere ser presidente sabiendo que depende de pactos de legislatura o coaliciones como de aquellos que tras no dar su apoyo al PP han de pactar con él», añadió. E insistió en criticar un voto positivo a Pedro Sánchez pero «dejando el resto al albur de lo que suceda después».

A preguntas de los periodistas, Urkullu se refirió a la posibilidad de repetir como candidato jeltzale a unas elecciones vascas que, sin dar mayor detalle, insinuó que podrían celebrarse en paralelo a las Europeas del próximo 9 de junio. Todo, claro está, condicionado por lo que suceda en Madrid.

«¿Candidato? No me preocupa en absoluto», apuntó con una sonrisa en la cara, para añadir que su responsabilidad es la de completar la legislatura y el programa de gobierno, así como sacar adelante las iniciativas legislativas pendientes; la primera, la de los Presupuestos Generales, para los que se contempla un techo de gasto de 15.000 millones. «Esa es la prioridad y no tengo otra preocupación», añadió.

Al poner por delante la responsabilidad de completar la legislatura, «que acabará cuando acabe», dijo, el lehendakari lanzó un envite a la oposición, en el sentido de urgirles a seguir trabajando y no remolonear con el calendario legislativo. «Los parlamentarios también tienen trabajo por delante», señaló, para reclamar que no caigan en la tentación de «tácticas en el juego Gobierno-oposición»., «Cada uno sabrá», afirmó.

De nuevo en alusión velada a EH Bildu y al hipotético duelo con Arnaldo Otegi, el lehendakari recordó que «otras formaciones» vascas tampoco han designado candidato y, sin embargo «sólo se habla del PNV». «Por qué?», se preguntó.

«Llama la atención que se venga hablando de las elecciones autonómicas vascas desde el pasado verano, casi un año antes de cuando pudieran ser si se cumpliera la legislatura al compleo, y que se quiera trasladar a la sociedad vasca un supuesto nerviosismo en el lehendakari y el Gobierno, cuando yo estoy absolutamentre tranquilo», aseguró. «Noi me siento presionado para nada, otra cosa es lo que se quiere trasladar a la opinión pública de manera interesada», afirmó Urkullu.

El lehendakari también se refirió a la idea trasladada por Arnaldo Otegi, tras reunirse con Pedro Sánchez en el marco de las conversaciones de este con los grupos parlamentarios de cara a la investidura, de que con esa 'foto' se abría «una nueva fase política». Aquí Urkullu fue tajante: «No se abre una nueva fase». «La izquierda soberanista, no abertzale, ya inició una fase con el PSOE a mediados de la década de los 2000 con Rodríguez Zapatero, y después otra con Aznar y el acercamiento de presos de las islas a la península y las conversaciones de Ginebra. Me parece excesivo hablar de nueva fase», concluyó