Sandro Gozi: «Debemos aislar a la ultraderecha porque es una gran amenaza para toda Europa»

–¿El Partido Demócrata Europeo al que pertenece sigue siendo decisivo en Europa?

–Tenemos que ser decisivos en estos momentos de tanta incertidumbre. Ya lo fuimos en desarrollar políticas fundamentales para Europa. Y ahora somos más necesarios que nunca.

–El PNV, a quién usted apoyó el sábado en Donostia, fue uno de los fundadores del Partido Demócrata Europeo...

–El PNV tiene el mismo ADN que el PDE: somos el partido del centro, del pragmatismo, el que defiende las regiones y sus particularidades. Somos el partido de las soluciones concretas, de la recuperación verde y digital, y de la protección de los derechos de todos los ciudadanos.

–¿Esos derechos están en peligro con el auge de la extrema derecha, a la que los sondeos auguran un gran éxito tras el 9 de junio?

–Sí. Vivimos una situación preocupante. El camino hacia la extrema derecha es un callejón sin salida y rechazamos cualquier alianza con esta en el Parlamento Europeo. Debemos advertir a la ciudadanía del riesgo que supone su auge.

–¿Se presentan ustedes como la alternativa a esos extremos?

–Sí, somos la única alternativa. Un ejemplo de las políticas que lleva a cabo la ultraderecha se resume perfectamente en una conversación que mantuve con Giorgia Meloni, la presidenta de la República italiana, en un debate televisivo. Ella me dijo: 'Detengamos la inmigración con un bloqueo naval en el Mediterráneo'. Y yo le pregunté: 'Y si los barcos con migrantes ya están en alta mar, ¿qué debe hacer la Marina italiana? ¿Dejar que se ahoguen?'. Y ella me respondió: 'Sí, si quieres a tu nación...'.

–¿Por eso defiende que ustedes son el muro de contención contra la extrema derecha?

–Sí, porque con sus políticas la ultraderecha quiere bloquear Europa, no tiene ningún otro proyecto. Y lamento que el Partido Popular Europeo esté siendo tan ambiguo, como ocurre con el PP en España. No lo entendemos: un día no descartan pactar con Meloni y al día siguiente dicen que miran al centro. Nosotros no vamos a pactar nunca con ellos. Es una línea roja. La política de los extremistas es una impostura permanente. Y Vox hace lo mismo. Por eso Meloni es la mejor aliada de Abascal. Por todo esto debemos aislarles, para que no lleven a cabo sus políticas xenófobas y racistas y de eliminación de derechos y libertades.

–¿Y qué le parece la postura de Ursula von der Leyen?

–Es muy ambigua y ha abierto la puerta a tejer alianzas con la extrema derecha. Yo le aconsejaría que fuera un poco menos a menudo a Roma. Sí, todos los caminos llevan a Roma... Pero esta vez, el camino a Roma no llevará a Ursula muy lejos. De hecho, el camino hacia Meloni y hacia la extrema derecha es un callejón sin salida.

–¿Casos como el ataque al primer ministro eslovaco apuntan a un deterioro en la convivencia en Europa?

–Vivimos un periodo histórico donde la barbarie es un método de hacer política. Y eso es, sin duda, un retroceso. Hay un retorno de la barbarie en Ucrania, como también los hay en Israel y Palestina. Y en muchas de nuestras sociedades. Escuchamos a algunos políticos lanzar unos discursos muy violentos. Hoy en día y en este contexto se ha impuesto la idea de que un adversario político es un enemigo...

–La situación de Ucrania también es preocupante. ¿Qué ocurriría si Putin ganara la guerra?

–Putin no puede ganar. Porque si venciera, no se detendría en Ucrania. Para nosotros es impensable la victoria de Rusia. Por eso debemos impulsar nuestras ayudas económicas y militares a Ucrania.

–Usted apuesta por fortalecer la integración militar desarrollando un política industrial europea. ¿Debe rearmarse la UE?

–Debe rearmarse porque existe un desorden mundial y global muy fuerte. Necesitamos una verdadera potencia europea y debemos dotarnos de todos los medios financieros y militares para hacerla realidad. Hoy, los imperios agresivos quieren negar a la gente la posibilidad de elegir su propio destino, y esto está ocurriendo desde Kiev hasta Taipei. Y queremos una política común de seguridad y defensa. La seguridad es una de nuestras prioridades frente a las amenazas híbridas. Pero no hay una verdadera seguridad sin hacer más por la cultura y por los jóvenes.

–¿A qué se refiere?

–A que necesitamos educación, educación y más educación para los jóvenes... Así nuestra Europa multiplicará sus oportunidades. El programa Erasmus ha permitido a once millones de personas desplazarse por Europa desde 1987. Queremos mucha más Europa y por eso pedimos que se multiplique por diez el presupuesto de Erasmus.

–¿Cuál es hoy el reto de la democracia europea?

–Garantizar su cumplimiento y por eso necesitamos un cambio de Tratado. Debemos eliminar los vetos para poder tomar decisiones más rápidamente. Debemos dar a los votantes el poder de elegir a un presidente de toda la UE para que decida quién hace qué. Abordamos un momento crucial y si los europeos se dan el poder necesario, estarán en la mesa de las decisiones; si no, formarán parte del menú de Pekín y Washington.

–¿Está de acuerdo con la Ley de Claridad, como la canadiense, que defiende el PNV para regular las consultas de las naciones sin Estado?

–Estamos abiertos a más autonomía y poder regional para decidir el destino colectivo de una comunidad. Nosotros somos el partido de las naciones y del federalismo. Estamos abiertos a esa evolución. Pero no es la UE quien debe decidirlo.

–Sánchez anunciará en breve en el Congreso de los Diputados que España reconocerá al Estado palestino. ¿Cómo se posiciona Europa en este sentido?

–No hemos tomado una decisión oficial, pero muchos de nuestros partidos están en favor del reconocimiento del Estado palestino. Claro que, asimismo, es fundamental que ese reconocimiento se acompañe de la protección del derecho a la existencia del Estado de Israel.