Una de las líderes de GKS interviene en el 'Topagune Sozialista' de Durango, que se clausuró ayer. GEDAR

GKS saca músculo en el 'Topagune' y se reivindica como contrapeso juvenil de la izquierda abertzale

Congrega a 2.000 jóvenes para «poner en marcha una hoja de ruta comunista» frente al «sistema burgués y la política profesional»

IÑIGO FERNÁNDEZ DE LUCIO

BILBAO.

Lunes, 25 de julio 2022, 07:03

El Mugimendu Sozialista –que engloba a la Gazte Koordinadora Sozialista (GKS), Ikasle Abertzaleak y otras siglas críticas con las juventudes de la izquierda abertzale– clausuró ... ayer sus jornadas anuales, que han tenido lugar en Durango. Cuatro días que han servido para rearmarse ideológicamente y «reunir fuerzas de cara al futuro» en su objetivo por «construir una alternativa» que haga frente «al sistema burgués y de políticos profesionales». Un discurso de extrema izquierda ortodoxa con un potente mensaje de fondo y un destinatario: la izquierda abertzale tradicional. Toda una demostración de fuerza al haber congregado a 2.000 jóvenes.

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El 'Topagune Sozialista' consiste en unas jornadas de encuentro y debate sobre la coyuntura política y económica. También tiene una vertiente lúdica y festiva, con conciertos, actividades deportivas, talleres... La convocatoria de este año adquiría una notoriedad especial por la creciente tensión con Sortu y sus juventudes, Ernai, y el pulso que libran por el control del movimiento juvenil radical.

El enfrentamiento lleva años larvándose y ha estallado a comienzos de este verano, incluso con enfrentamientos físicos. La disputa tiene varios componentes. Por un lado, Mugimendu Sozialista acusa a la izquierda abertzale de haber claudicado ante «el Estado burgués» y asumir las «tesis socialdemócratas». Otro plano del conflicto es el control de las juventudes radicales, un campo donde Sortu siempre había sido hegemónico. Y hay un tercer elemento de carácter económico: las txosnas en las fiestas veraniegas.

Mugimendu Sozialista acusa a Sortu de haberse aburguesado» y EH Bildu les tacha de «reaccionarios», «sectarios» y «machistas»

GKS y su órbita tienen que hacer frente a cuantiosas multas, de más de 70.000 euros en algunos casos, derivadas de su «actividad política». Poder colocar una txosna en las fiestas de los pueblos es una manera de obtener importantes beneficios que les ayuden a aliviar sus necesidades.

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Sin embargo, GKS denuncia un «veto político». Según sostiene, la izquierda abertzale maniobra para impedir que las comisiones de fiestas les den permiso para colocar sus barras. Este colectivo juvenil llegó incluso a ocupar el Ayuntamiento de Hernani, feudo histórico de la izquierda abertzale, para denunciar la situación. Ahora la polémica se ha extendido a otros municipios. Las fiesta de Vitoria, donde GKS ha pedido un «permiso extraordinario» al Ayuntamiento, pueden ser una prueba de fuego.

La eclosión de Mugimendu Sozialista ha aflorado las contradicciones que atraviesan a la izquierda abertzale, sumergida desde hace años en una estrategia de normalización política que ha quedado patente esta legislatura al convertirse EH Bildu en uno de los principales socios del Gobierno de Sánchez y alcanzar significativos acuerdos con el Gabinete Urkullu.

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