Enrique Santiago, el primer líder del PCE que llega al Gobierno

Santiago (Madrid, 1964) ha sido abogado en el proceso de paz de Colombia -un papel que le ha supuesto numerosas críticas por parte del PP- y desde 2018 es el secretario general del PCE, un partido que sigue siendo la columna vertebral de Izquierda Unida a pesar de la pérdida de su protagonismo en la vida política española en los últimos años. Él defiende con uñas y dientes un proyecto «transformador» que, a su juicio, conserva su plena vigencia histórica a pesar de los cambios sociales experimentados en lás últimas décadas.

La llegada del máximo líder del PCE tiene su significado y su simbolismo. De entrada, porque ni siquiera en la época de la Segunda República, los comunistas españoles tuvieron en el Ejecutivo de coalición de izquierdas, cuando gobernaron juntas, o durante el Frente Popular a partir de febrero de 1936, a su máximo representante sentado en el Consejo de Ministros.

Desde 1932 hasta 1946, el secretario general del PCE fue José Díaz. Desde 1960, Dolores Ibarruri llega a la Presidencia del partido, que sufría la clandestinidad bajo el prolongado período de la dictadura, que llevó a la cárcel y al exilio a una organización diezmada por la represión franquista, especialmente virulenta contra unas estructuras que apenas lograron sobrevivir después de la contienda bélica.

El movimiento más relevante del PCE durante la dictadura fue un notable giro estratégico en 1956 al propugnar la política de reconciliación nacional y propiciar un reencuentro democrático sobre la base del perdón, de la superación del odio y de la reconstrucción de los puentes de convivencia entre españoles dinamitados durante la Guerra Civil y los primeros años del franquismo. Se trataba de derribar la dictadura para establecer un régimen democrático que fuera convencional con el resto de Europa.

Santiago es mano derecha de Pablo Iglesias y firme partidario del anclaje de Izquierda Unida y del PCE en la apuesta estratégica de Unidas Podemos y en su coalición con el PSOE. Desde el primer momento del Ejecutivo 'progresista', Santiago ha ejercido como portavoz adjunto del grupo parlamentario.

El dato del comunismo español en la sala de máquinas del proyecto de Iglesias coincide este año con la celebración del centenario de la creación -el 14 de noviembre de 1921- del Partido Comunista de España, fruto de una escisión del Partido Socialista Obrero Español al calor de la llegada de la Tercera Internacional.

La apuesta más relevante del PCE al inicio de la Transición fue su pleno compromiso con el proyecto de la Constitución española, que implicaba la aceptación de la Monarquía parlamentaria y de la bandera bicolor. Un realineamiento patrocinado en su día por Santiago Carrillo, que, paradójicamente, luego fue contemplado de forma crítica por parte de algunos dirigentes de la Unión de Juventudes Comunistas en 2000, entre ellos Iglesias, que después fueron los protagonistas de la fundación de Podemos.

La llegada de Santiago al Ejecutivo se produce en un momento en que la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, y actual presidenta de la región, Isabel Díez Ayuso, ha planteado una fuerte dicotomía entre «comunismo o libertad» a la hora de plantearse los comicios del 4 de mayo. El propio Iglesias ha acusado al PP de ignorar la historia reciente de España al obviar la contribución de los comunistas españoles a las políticas de convivencia tras la dictadura.