Montero, Sánchez y Esteban en la reunión mantenida en el Congreso el 10 de octubre. EFE

El PNV apura las negociaciones para lograr que el PSOE dé luz verde a las transferencias

El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, defendió ayer el trasvase del régimen económico de la Seguridad Social

Fernando Segura

San Sebastián

Lunes, 6 de noviembre 2023, 01:00

Los próximos días serán claves para resolver si Pedro Sánchez será investido presidente y, en consecuencia, comprobar si el PNV ha logrado atar un buen ... número de transferencias a cambio de su apoyo. Todo estaba abierto ayer a última hora, aunque los rumores sobre el acuerdo con Junts fueron insistentes a lo largo de la jornada. Lo cierto es que el viernes pasado parecía que el acuerdo del PSOE con la formación catalana estaba cerrado, pero finalmente Puigdemont frenó los deseos de los socialistas y decidió tomarse un tiempo para perfilar más algunos aspectos de la ley de amnistía. Esta 'prórroga' le ha venido bien al PNV para seguir apretando en el trasvase de las competencias pendientes y en otras cuestiones esenciales para los jeltzales.

Publicidad

Está resultando difícil tomar la temperatura de las negociaciones entre los socialistas y los jeltzales, porque el mutismo es absoluto en ambas formaciones. El 17 de octubre el presidente del EBB mostró su optimismo por el desarrollo de los contactos. Ortuzar realizó esta valoración en una entrevista en TVE tras la reunión mantenida entre el presidente en funciones, Pedro Sánchez; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; y el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Alonso.

Sin embargo, las pocas pistas que están dando los jeltzales en los últimos días indican que todavía no están en disposición de apoyar la reelección de Sánchez. Las últimas declaraciones en este sentido las realizó la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa,quien el pasado jueves se limitó a señalar que se encuentran intercambiando documentos con el PSOE y que se tomarán el tiempo necesario antes de dar por buena la oferta que les trasladen, porque van a ser muy «minuciosos» en su análisis. «Estamos tan cerca como lejos», señaló Atutxa.

¿Qué es lo que se está negociando y que tanto cuesta sacar adelante? El propio Ortuzar lo ha dejado claro en varias ocasiones. El presidente del BBB reclama el «cumplimiento taxativo» de las transferencias que están aún pendientes, entre las que citó las de ferrocarriles, seguridad, la gestión del litoral y de las cuencas hidrográficas, así como la tesorería del Régimen Económico de la Seguridad Social.

Publicidad

Esta última es de largo la de mayor peso. Ayer mismo el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, en una entrevista en RNE, recordó que esta es una competencia pendiente recogida en el Estatuto. Azpiazu añadió que «siempre hemos defendido que disponer del conjunto de políticas del ámbito social, pensiones o ayudas sociales permitiría gestionarlas de una manera más global, estratégica y racional». El consejero reconoció que se trata de una «cuestión muy controvertida. «Se ha trabajado mucho sobre el asunto y habría que darle una solución buena», concluyó Azpiazu.

Caja única

El trasvase conlleva una dificultad política que provoca que su materialización se haya ido postergando. El PSOE sabe que si aprueba la transferencia le lloverán críticas desde otros partidos y determinadas comunidades autónomas acusándoles de haber roto la caja única. El PNV ha explicado que tal hecho no se daría porque solo se traspasaría la gestión, mientras que la capacidad normativa y sancionadora quedaría en manos del Estado.

Publicidad

La apuesta del PNV es fuerte, pero está condicionada porque tiene dos flancos débiles. El primero radica en que si Junts llega a un acuerdo para investir a Sánchez, difícilmente los jeltzales mantendrán sus exigencias hasta el punto de tumbar la candidatura del presidente en funciones. Si dieran este paso, sobre ellos recaería la responsabilidad de llevar al país a unas nuevas elecciones el 14 de enero, con el riesgo de que las ganara el PP y éstos pactaran un gobierno con Vox. Parece difícil que el PNV asuma este escenario cuando han criticado con contundencia los ejecutivos autonómicos formados por esos dos partidos, argumento esgrimido por los jeltzales para no haber apoyado la investidura de Núñez Feijóo.

El segundo flanco débil se encuentra en la que más que probable necesidad del PNV de pactar con el PSE si quiere que su candidato a lehendakari, muy probablemente Iñigo Urkullu, sea reelegido tras las autonómicas del próximo año. En definitiva, el destino de socialistas y peneuvistas está entrelazado en Madrid y en Euskadi. O lo que es lo mismo, no se van a poner palos en la rueda los unos a los otros.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad