El PNV arropa a Puigdemont en sus exigencias para desjudicializar el procés independentista

La forma posibilista con la que el PNV afronta el debate territorial, con el lehendakari a la cabeza con su propuesta de convención constitucional, está a años luz de la colisión entre Cataluña y el Estado que conllevó el procés. De ahí que los jeltzales quieran facilitar el aterrizaje de Puigdemont hacia posiciones de diálogo que eviten una repetición electoral, al tiempo que instan al Gobierno a flexibilizar su postura.

Desde el máximo órgano del PNV se indicó este miércoles que nadie debería extrañarse de los planteamientos del expresidente de la Generalitat. En este sentido, señalaron que Puigdemont siempre ha sido coherente con sus tesis y, dado que ahora los votos de Junts son necesarios para que Sánchez siga como presidente del Gobierno, éste «debería entender un planteamiento que es coherente» con lo que Puigdemont viene defendiendo desde hace tiempo.

Desde el EBB se recalca que ha llegado el momento de «desjudicializar un conflicto político» y dar cauce al diálogo y a la negociación. «Los problemas se resuelven afrontándolos, no poniendo vetos o líneas rojas», subrayan los jeltzales.Las fuentes consultadas recuerdan que este posicionamiento ya fue explicitado por el presidente del partido en el acto político que tuvo lugar en Zarautz el pasado sábado. Andoni Ortuzar recalcó que la necesidad del PSOE de encontrar apoyos para la investidura de Sánchez brinda la oportunidad para resolver «tanto las cuestiones negativas de las sentencias como también los temas de fondo, el reconocimiento nacional de Cataluña y el de Euskadi».

Por su parte, la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, consideró que el expresidente de la Generalitat ha dejado el listón donde estaba» al exigir a Sánchez la amnistía a cambio de apoyar su investidura. La dirigente del PNV recalcó que «una vez más Puigdemont ha dejado abierta la vía del diálogo y del acuerdo». En su opinión, el PSOE «también lo ha recibido así, aunque con dudas. Entiendo que para los socialistas es imposible aceptar todo lo que piden Junts o PNV, o sus programas al completo, pero para eso están el diálogo y las negociaciones», añadió.

La presidenta del PNV de Bizkaia añadió que se ha demostrado que es tiempo para la política, «aunque es triste que sea cuando en Madrid tienen necesidad -en referencia a la investidura-. Ahora -indicó- todos trabajan para dar una solución política a los excesos judiciales que se han hecho».

La reacción de Atutxa fue la primera con nombre y apellidos de un dirigente del PNV después de que el expresidente de la Generalitat fijara el martes sus líneas rojas para sentarse a negociar la investidura de Sánchez, si bien se dirigió tanto a él como a Alberto Núñez Feijóo.

Puigdemont, desde un hotel en Bruselas, muy cerca de donde compareció por primera vez hace seis años, tras huir en octubre de 2017 poco después de declarar la independencia, el líder de Junts exigió el «abandono completo» de la vía judicial a través de una ley de amnistía inminente. También el «reconocimiento y el respeto» a la «legitimidad democrática del independentismo» y la creación de un mecanismo de mediación que aporte las garantía del cumplimiento de los acuerdos. Todo ello como paso previo para empezar a negociar la investidura. Superada la primera fase, se abriría la negociación. En ella, incluyó la autodeterminación, el déficit fiscal, Cercanías e inmigración.

Todos estos movimientos se producen en un momento en el que el lehendakari ha lanzado su propuesta de convención constitucional. Atutxa explicó que la iniciativa plantea «ámbitos y vías para el diálogo» y recopila «los recorridos que se han hecho» en el ámbito de la cuestión territorial del Estado.

Atutxa puso de relieve que PSOE y Sumar, «como partidos progresistas, tienen la obligación de ofrecer otra estructura a España. En esa reconstrucción del Estado es necesario dar a Euskadi y Cataluña una respuesta política directa que tenga una amplia aceptación».