Casado y Alonso liman asperezas siete meses después tras dos encuentros discretos en Madrid

Según ha podido saber este periódico, el presidente del PP y Alonso han mantenido dos encuentros privados en Madrid en los últimos días. ¿El propósito? Limar asperezas para por fin enterrar el hacha de guerra. Casado citó a Alonso en el mismo Congreso de los Diputados el pasado miércoles y también compartieron mesa y mantel en un restaurante capitalino. Un acercamiento que era imposible de imaginar hace siete meses, cuando el líder popular desautorizó por completo a Alonso hasta el punto de fulminarle como candidato a lehendakari para reemplazarle por un histórico como Carlos Iturgaiz. El motivo: unas diferencias insalvables a cuenta del pacto de coalición con Ciudadanos para las elecciones autonómicas. Alianza que no dio los frutos esperados en las urnas y que hoy se asume como un fracaso, según la opinión mayoritaria de los miembros que participaron en el último comité de dirección regional, celebrado el pasado mes de julio. Incluso hay quienes ya auguran que este experimento con el partido liberal no se volverá a repetir a futuro en Euskadi. Mejor, dicen, volar en solitario.

Durante todo este tiempo, el mutismo de Alonso ha sido inflexible. Después de asumir que no podía seguir al frente del timón ante la «falta de confianza» de Génova hacia su persona -según las palabras que empleó en su despedida-, se desvinculó por completo de la política tras dos décadas en activo hasta que dio el salto a la empresa privada. Más concretamente, en la consultora de asuntos públicos Acento, fundada el año pasado por el exministro del PSOE José Blanco y por quien fuera portavoz en el Congreso de los socialistas, Antonio Hernando. Pero la mudanza por motivos laborales de Alonso a Madrid ha hecho que Casado cuadrara en dos ocasiones su agenda para verse de nuevo cara a cara con el exministro de Sanidad, buscar esa reconciliación y así poder correr un tupido velo.

Según fuentes conocedoras de los encuentros, la conversación entre ambos fue distendida y orientada a tratar de recuperar una relación personal cordial. Nada de tanteos por parte de Casado para rescatar a Alonso en las filas del PP después del batacazo en las urnas el pasado 12 de julio, ya que el expresidente de los populares vascos no parece tener interés alguno en volver a entrar en la vorágine política.

Se da la circunstancia, además, de que las citas se han producido semanas después del choque de trenes entre Casado y su exportavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo, con quien Alonso siempre mantuvo una relación distante y fría. De hecho, fue con quien el PP vasco protagonizó una de las disputas más sonoras después de que la diputada acusara a los dirigentes vascos de actuar con «tibieza» contra el nacionalismo.