Arnaldo Otegi, en una rueda de prensa reciente en la sede de EH Bildu. E.P.

Otegi asegura que «no se puede ocupar un barrio policialmente haya o no un botellón»

El coordinador general de EH Bildu critica las últimas actuaciones de la Ertzaintza en Donostia y afirma que «una policía democrática debe hacer las cosas de otra manera»

Miguel Villameriel

San Sebastián

Viernes, 22 de enero 2021, 10:55

Arnaldo Otegi ha sido muy crítico este viernes con las últimas actuaciones de la Ertzaintza en la Parte Vieja donostiarra, especialmente la que se produjo en la tarde-noche del día de San Sebastián, cuando se produjeron graves disturbios provocados por varias decenas de jóvenes. El coordinador general de EH Bildu ha asegurado que «esto es una barbarie, no se puede tolerar, no se puede ocupar un barrio de esa forma, con pelotazos, apaleando a la gente, haya o no un botellón, que además no era el caso. Esto no se puede aceptar. Una policía democrática puede hacer las cosas de otra manera».

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El dirigente soberanista ha criticado en una entrevista en ETB1 que «algunos pretenden aprovechar» los incidentes ocurridos en la Parte Vieja donostiarra durante los últimos días «para recrear algo que no existe, porque eso justificaría algunas salvajadas que han ocurrido». Otegi ha señalado que todas las dinámicas contra la salud pública «para nosotros son muy graves», pero ha denunciado que «personas de mi edad han sido golpeadas en San Sebastián porque han ido a la plaza de la Trinidad a proteger a sus hijos e hijas de 16 años. Esto es una barbarie, una policía democrática puede hacer las cosas de otra manera», ha asegurado.

Otegi ha recomendado a los responsables de Seguridad que, «cuando hay un problema, no hagas que el problema sea mayor», y ha lamentado que las declaraciones realizadas este jueves por el consejero Josu Erkoreka, en las que condenaba los altercados y el «acoso y agresión» a ertzainas y policías locales, suponen «justificar una salvajada».

En este sentido, ha considerado que entre las personas que se enfrentaron a la Ertzaintza «hay gente muy diferente», y ha recordado que, «cuando la autoría de los atentados del 11-M aún no estaba muy clara, se utilizaban frases como 'esos que todos conocemos'». «Este pueblo necesita un debate sobre el modelo de policía», ha señalado el líder soberanista.

Censura a Mendia

Las críticas del coordinador general de EH Bildu no solo han ido dirigidas contra el consejero Erkoreka, que también desempeña el cargo de vicelehendakari primero del Gobierno Vasco, sino que ha cargado además contra la vicelehendakari segunda, Idoia Mendia (PSE), por unas recientes declaraciones sobre la nueva condena del TEDH a España por no investigar una denuncia de torturas a un detenido en 2011. «Esta semana hemos visto a los tribunales europeos castigando al Estado español por no investigar las torturas. Y la vicekehendakari diciendo que aquí se tortura en la media. No puedo ni imaginar lo dicho por Idoia Mendia en cualquier otro país europeo».

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Otegi ha afirmado que «aquí sistemáticamente se ha torturado y los jueces miraban hacia otro lado. Al actual ministro de Interior (Fernando Grande-Marlaska) le han castigado en siete ocasiones por no investigar torturas. ¿En qué Estado democrático vivimos los vascos? Pero el ministro no dimitirá, aunque en cualquier país democrático sería lo más normal».

Las vacunas y la «casta»

El líder de EH Bildu también se ha referido al cese de dos gerentes de sendos centros sanitarios de Osakidetza por haberse puesto la vacuna contra el Covid antes de tiempo. «Las dimisiones de Osakidetza son síntomas. Un síntona de que prima el individualismo. Existe una relajación sobre las responsabilidades públicas. Es muy grave lo que ha ocurrido, se proyecta que hay una casta, que hay una élite».

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Y ha advertido de que ese tipo de comportamientos «abren la puerta al fascismo. Siempre he creído que los vascos éramos diferentes, pero todo esto demuestra que en algunas cosas somos similares. Esto me entristece. Y sé que muchos militantes del PNV también estarán tristes. Ha añadido que «cuando se difumina el compromiso con este país y se priman los intereses personales, pasan cosas así. Todos ellos son síntomas del agotamiento de un proyecto».

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