Olano asegura que Gipuzkoa está «preparada» para hacer frente a los «nubarrones» que se avecinan

Un nuevo símil meteorológico ha servido de termómetro para calibrar la crisis que se avecina debido a la emergencia climática, el encarecimiento de la energía y de las materias primas, y la inflación. Si el pasado martes el lehendakari, Iñigo Urkullu, se refería a la «tormenta» que se aproxima, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha hablado este viernes de «nubarrones» y «nubes oscuras» para calificar el envite económico y energético al que estamos sometidos toda la sociedad.

Un análisis al que Olano no ha restado ni un ápice de trascendencia por las consecuencias que este escenario está provocando ya en las empresas y familias guipuzcoanas, consciente además de que la amenaza de crisis es global. Pero, de la misma manera que lo hizo el lehendakari, no ha querido caer en catastrofismos y «lecturas oscuras», ya que el tejido económico y social del territorio cuenta con una base «sólida» capaz de hacer frente a toda esta situación de incertidumbre, según ha defendido durante la apertura del curso político del Gobierno foral, en el marco del curso de verano de Etorkizuna Eraikiz que acoge el Palacio Miramar de Donostia.

«Gipuzkoa está preparada, y la Diputación también, para hacer frente a los desafíos que vendrán de ahora en adelante», ha asegurado. «Las dificultades y la incertidumbre son grandes, sí, pero Gipuzkoa está respondiendo con solidez y colaboración a los viejos y nuevos desafíos», ha insistido. Por ello, ha pedido «prudencia y responsabilidad», pero también «plena confianza en la capacidad y carácter avanzado en el tejido económico y social» del territorio. «En nuestro territorio tenemos una sólida base para hacer frente a la incertidumbre», ha vuelto a reiterar a lo largo de su discurso.

Olano, consciente de que la situación sanitaria es «más sosegada» tras dos años sufriendo una pandemia mundial, ha hablado del «efecto pernicioso» de la inflación y el encarecimiento de la energía. Situación agravada por una guerra en Ucrania que ha tildado de «cruel injusticia». Pero antes de explicar la receta que su Gobierno quiere aplicar para tratar de paliar las consecuencias de esta crisis, ha querido hacer una radiografía de cómo está el territorio.

Así, ha recordado que en el segundo trimestre de 2022, el paro en Gipuzkoa se sitúa en un 7%; que el número de perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) es hoy el más bajo de los últimos diez años; y que el valor de las exportaciones de las empresas guipuzcoanas «está al máximo». Además, ha hecho un repaso a las medidas adoptadas por la Diputación -como la reducción de las tarifas en el transporte público, por ejemplo- para poner en evidencia que su gabinete trabaja para tratar de combatir todas estas dificultades.

Una vez analizada la situación actual, Olano ha destacado las cuatro principales prioridades que se ha marcado su Gobierno para intentar contener al máximo los efectos que pueda desencadenar el deterioro económico, con una escalada de precios sin precedentes y una crisis energética que ha obligado a la puesta en marcha de planes de contingencia.

Así, el diputado general de Gipuzkoa ha destacado que su objetivo principal es «mantener la cohesión social». «Ante los nubarrones que afectan a la economía, debemos proteger a las personas y colectivos más vulnerables», ha dicho. Igualmente, ha asegurado que «salvaguardar la cohesión social es la forma más eficaz de combatir las corrientes populistas y xenófobas, porque una sociedad justa e igualitaria es el mejor dique de contención frente a quienes quieren sembrar el miedo y la división». «En Gipuzkoa y en Euskadi no queremos a Putin, Maduro, Trump o Abascal», ha clamado, después de alertar de la «gravedad» que supone para las democracias de todo el mundo el auge de «los populismos, el individualismo y el autoritarismo».

Como segunda prioridad, Olano ha recalcado la necesidad de seguir protegiendo a la industria del territorio. «La industria es la columna vertebral de la economía guipuzcoana, y gracias a un modelo empresarial competitivo, innovador y participativo, nuestra industria tiene la capacidad de competir hasta en los mercados más difíciles, garantizando puestos de trabajo de calidad e incidiendo en el resto de sectores económicos», ha manifetado.

En este sentido, ha asegurado que la Diputación foral está haciendo «todo lo que está en sus manos por la competitividad y capacidad de innovación de nuestro tejido empresarial». Aun así, y sin caer en la autocomplacencia, Olano ha asegurado que «frente a las tormentas futuras que pudieran llegar, debemos actuar con rapidez, para proteger al máximo el tejido empresarial y los puestos de trabajo». Y todo ello, sin dejar de mirar al futuro: «Es imprescindible seguir desarrollando nuevos sectores futuros; tenemos que hacer apuestas ahora, para que en las próximas décadas podamos seguir teniendo una industria sólida e innovadora».

Como tercer reto, Olano ha puesto de relieve la necesidad de «dar un nuevo salto en la transición energética». «Euskadi ha marcado una clara hoja de ruta en este campo: por un lado, para que nuestra industria siga avanzando en el uso de las renovables y en la eficiencia energética; por otro, para crear y fortalecer comunidades energéticas en nuestras ciudades, pueblos y barrios. Y el compromiso de la Diputación es seguir aportando nuestro esfuerzo compartido en esa dirección», se ha comprometido.

Por último el máximo representante de la institución foral ha apostado por la «gobernanza colaborativa» para afrontar las dificultades actuales y de futuro. A este respecto, Olano ha recordado la implantación desde 2016 de Etorkizuna Eraikiz, un modelo de gobernanza y un proyecto estratégico basado precisamente en la colaboración que trata de anticiparse a los desafíos que la sociedad deberá enfrentar en el futuro. ¿Cómo? Mediante la gobernanza colaborativa. Es decir, a través un modelo que pretende impulsar la participación activa de la sociedad para que contribuya a las políticas públicas del territorio.

«No me cabe ninguna duda - ha dicho Olano-, si no afrontamos la incertidumbre presente y futura a través de la colaboración, no lograremos afrontar eficazmente los profundos desafíos que tenemos ante nosotros». Por todo ello, se ha mostrado convencido de que si Gipuzkoa es capaz de «avanzar de forma colaborativa» en las cuatro prioridades anteriormente mencionadas, el territorio «tendrá futuro». «Un futuro igualitario, verde y competitivo», ha concluido.

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