Un mosaico gigante exige en Donostia el fin de la dispersión de los presos de ETA

La red ciudadana Sare reunió a seiscientas personas este sábado en la playa de La Concha de Donostia para reivindicar el fin a la política de dispersión y que se acabe con la «situación de excepcionalidad» que viven los presos de ETA. Los manifestantes, que se congregaron en el arenal desplegaron unos paraguas blancos y formaron la palabra 'Resolution', reclamaron a los gobiernos español y francés el fin de la política «de excepción» que se emplea para los condenados por terrorismo y la aplicación al colectivo de la legislación ordinaria, lo que supondría acabar con la de la dispersión, la libertad de los reclusos enfermos y el acceso a más beneficios penitenciarios.

Los portavoces de Sare, Joseba Azkarraga y Bego Atxa, pidieron «terminar con tantos años de sufrimiento» y comenzar a dar «pasos firmes hacia la resolución y la convivencia». Los representantes de la red ciudadana reconocieron «algunos tímidos pasos» por los traslados recientes de algunos presos de la banda terrorista a prisiones cercanas a Euskadi. El último movimiento se produjo el pasado lunes con cinco acercamientos, entre ellos, el del histórico dirigente de la organización terrorista José María Arregi Erostarbe, 'Fiti', miembro de la dirección de ETA que cayó en Bidart (Francia) en 1992. Desde que Pedro Sánchez se instaló en la Moncloa 85 reclusos han sido trasladados.

En este sentido, Azkarraga recordó «el compromiso del presidente del Gobierno de junio de 2018» de aplicar una política penitenciara «ordinaria» y reclamó que se lleve a la práctica «sin medias tintas». Además, recomendó a los gobiernos de París y Madrid que «dejen de mirar tanto a la derecha» ya que las reivindicaciones hacia los presos «no constituyen un privilegio», sino la aplicación de la ley ordinaria. «Solo pedimos que pongan fin al régimen de excepcionalidad que se les aplica», insistió el portavoz

El acto contó con la participación de representantes del PNV. EH Bildu, Elkarrekin Podemos, así como de los sindicatos ELA, LAB, UGT, Steilas, ESK, EHNE y Etxalde.

La parlamentaria del PNV Irune Berasaluze afirmó que el traslado a los centro penitenciarios cercanos a Euskadi «facilitará que los presos hagan una revisión crítica del pasado, que también es necesaria en el camino a una convivencia y a una normalización en este país».

Por su parte, la portavoz parlamentaria de EH Bildu, Maddalen Iriarte, agradeció a Sare que, «pese a todas las dificultades», uniera a «la mayoría política, sindical y social de este país, para que entre todos podamos modificar la situación penitenciaria y dar pasos a otros escenarios».

Finalmente, Maite Gartzia y José Manuel de Pablo, de Elkarrekin Podemos, mostraron su «compromiso inquebrantable con los derechos humanos «para todas las personas y en todo momento» y con una política penitenciaria «humanista y garantista».