Multitudinaria manifestación de repulsa por el atentado de Juan Mari Jáuregui en San Sebastián.
25 años del asesinato de Juan Mari Jáuregui

«Era alguien arrollador, sincero, resolutivo, buen amigo...»

Tres amigos de Juan Mari Jáuregui ensalzan su figura 25 años después de su asesinato. El dolor por su muerte y su lucha por los derechos humanos estarán siempre en sus memorias

Elisa López

San Sebastián

Viernes, 25 de julio 2025, 23:54

DV ha hablado con tres personas del entorno de Juan Mari Jáuregui, asesinado por ETA hace 25 años en el Café Frontón de Tolosa. Tres ... amigos que ensalzan su figura 25 años después de su asesinato. El dolor por su muerte y su lucha por los derechos humanos estarán siempre en sus memorias.

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Josemari Villanueva Concejal PSE-EEde Tolosa y amigo

«A su familia pudimos arroparla, pero a otras no y eso me apena»

–¿Cicatriza la herida de haber perdido a un amigo?

–No solo es el dolor por la pérdida de Juan Mari. Muchas víctimas fueron olvidadas y no tuvieron el amparo que dimos a su familia. En Tolosa hay muchas víctimas amigas: Antonio Varela, profesor de los Escolapios, una bellísima persona; Patxi Arratibel, al que saludé una hora antes de que lo asesinasen; Jose Luis López de la Calle, con el que tomé unos vinos la víspera de su asesinato; Joxi Zabala, su hermano compañero de pupitre y él vecino, cuantos partidos de fútbol jugamos... ¡Cuánto dolor para nada!

–¿Qué queda de ese hombre comprometido con la justicia?

–Queda su compromiso como persona comprometida por la libertad y contra las dictaduras de Franco y de ETA, por la construcción de una sociedad más justa, libre y solidaria. Y queda el recuerdo de su compromiso por la verdad, justicia y reparación.

–¿Cómo hubiera vivido este nuevo tiempo de paz?

–No me atrevo a hablar en su nombre. Puedo hacerlo en nombre de amigos y compañeros que hoy viven en libertad pero que durante años estuvieron amenazados, escoltados, sin poder salir a la calle con sus hijos... Vivimos con una sensación agridulce. Contentos por recuperar la libertad que durante muchos años no tuvimos por la amenaza de ETA y la kale borroka, y de todos aquellos que la amparaban desde HB. Es una alegría verles en Parlamentos y ayuntamientos. ¿Por qué no lo hicieron en 1982, cuando la mayoría de ETA pm abandonó la lucha armada?

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Ignacio Latierro Exlibrero y amigo

«Luchó por la libertad y la igualdad de las personas»

–Perdió a su camarada del PCE... ¿Cómo le recuerda?

–Le conocí en 1973. Por 'revoltoso' pasó un tiempo en la cárcel de Basauri, donde coincidió con personas como Nicolás Redondo, secretario general de UGT. Su personalidad era arrolladora, abierto, sincero, resolutivo... Enseguida, el grupo de comunistas más veteranos del Goierri le convirtió en su líder. Su carácter era igual en lo profesional. En los años que compaginó la política y su trabajo de comercial –encantado de patear las calles–, mantenía relación profesional, pero sobre todo amistosa. Como cuando fue gobernador Civil de Gipuzkoa.

–¿Tuvo desde joven esa inquietud de lucha?

–Luchó por la libertad y la igualdad de las personas y lo hizo convencido de que la política era el instrumento para ello. Lo hizo cuando se adhirió al Partido Comunista de Euskadi; lo hizo cuando se posicionó contra el terrorismo de ETA, encabezando la primera manifestación en Ordizia que condenaba el asesinato de un Guardia Civil y su novia y lo hizo cuando como Gobernador Civil puso se empeñó en acabar con la lucha antiterrorista.

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–¿Qué legado le queda de él?

–Su legado es su biografía. Que alguien con esa historia fuera víctima de ETA nos dice mucho del totalitarismo de sus verdugos.

–Él soñaba con un nuevo tiempo en Euskadi.

–Lo malo es que hoy conmemoramos que Juan Mari no pueda decírnoslo porque algunos le arrebataron esa posibilidad.

Jaime Otamendi Director de Donostia Kultura y amigo

«Todavía oigo el silencio atronador roto por la llamada de Maixabel»

–Usted declaró que el día que mataron a Juan Mari era el tercer sábado consecutivo que se citaban en el mismo lugar, el café Frontón de Tolosa, y que aquello fue un error...

–Sin duda. Teniendo en cuenta el contexto y la situación que vivíamos fue un error. Era el tercer sábado consecutivo, en el mismo sitio y sin ningún tipo de seguridad. En fin…

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–¿Qué recuerda de aquel día?

–Toda la escena. Todavía escucho el silencio atronador interrumpido por el teléfono de Juan Mari que sonaba porque su mujer le estaba llamando (Maixabel iba a venir más tarde).

–¿Cómo imagina que viviría en una Euskadi sin atentados?

–Siendo tan positivo y optimista, le imagino disfrutando de la vida y de sus nietas; feliz, porque la situación es radicalmente distinta y, seguramente, implicado en alguna 'movida' de Legorreta o Tolosa…

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–¿Compartiría Juan Mari el camino de los encuentros restaurativos como Maixabel?

–Diría que sí, pero quién soy yo para responder.

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