El lehendakari convoca el lunes a Ortuzar y Andueza como anticipo de la cita electoral

Iñigo Urkullu tiene un propósito antes de cerrar su etapa como lehendakari: dejar bien amarrados todos los cabos sueltos de la legislatura y así dejarle los deberes hechos a quien le suceda en el cargo. Y en ese objetivo final de ir zanjando asuntos, ha convocado este próximo lunes en Ajuria Enea a los líderes del PNV y del PSE-EE, Andoni Ortuzar y Eneko Andueza, respectivamente. La finalidad: «analizar la situación política», tal y como reza la convocatoria de prensa. Pero a nadie se le escapa que la cita llega en un momento crucial, cuando la legislatura que han pilotado jeltzales y socialistas en coalición está de punto de llegar a su fin. Porque ya nadie pone en duda de que el lehendakari procederá en próximas fechas a la disolución del Parlamento Vasco para convocar las elecciones autonómicas, aunque todavía no haya marcado en rojo la fecha exacta.

Fuentes del EBB deslizan que la reunión a tres –que también servirá para hacer balance de la legislatura– «llega en un momento muy dulce para el Gobierno y para los dos partidos que lo integramos debido al impulso que ha experimentado el programa legislativo en las últimas fechas, hasta alcanzar un altísimo grado de cumplimiento».

De hecho, el pasado jueves el Parlamento Vasco dio luz verde a las últimas tres leyes de la legislatura –Cooperación, Derechos de Infancia y Adolescencia, y la reforma de la Ley Trans– con el apoyo de la oposición. Un pacto transversal que se ha repetido hasta en 44 proyectos legislativos de un total de 59 leyes que han salido adelante esta legislatura, a pesar de la mayoría absoluta que ostentan en la Cámara los socios de Gobierno.

Las mismas fuentes del PNV, que definen como «lógica» la reunión, apuntan a que la cita del próximo lunes entre Urkullu, Ortuzar y Andueza también servirá para abordar el estado de las tres competencias comprometidas para este primer trimestre del año –Cercanías, la homologación de títulos universitarios extranjeros y la segunda fase de acogida de refugiados–, tal y como quedó reflejado en el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez que rubricaron PNV y PSOE, y así dar un impulso definitivo a su transferencia.

Y ese es, precisamente, otra de las carpetas que Urkullu quiere dejar cerrada antes de que termine su mandato: que se materialicen esos tres traspasos en el seno de una Comisión Mixta que aún no tiene fecha. Antes, de hecho, deben convocarse las ponencias técnicas correspondientes.

En todo caso, fuentes de ambos lados de la negociación auguran un apretón de manos al respecto a finales de este mes o, a más tardar, a principios de marzo, ya que aunque el Parlamento quede disuelto debido a la convocatoria electoral, el Gobierno Vasco seguirá a pleno rendimiento hasta que entre en funciones una vez se celebren los comicios. Por lo que los traspasos podrían incluso darse una vez Urkullu haga pública la fecha en la que se abrirán las urnas.

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