Aitana Agirre milita en EGI, las juventudes del PNV, hace ocho años. JOSE USOZ

Los jóvenes se alejan de la bronca política

Sin crispación. Cinco jóvenes, que representan a los principales partidos vascos, hablan con DV de sus inquietudes y anhelos. Confiesan su incomodidad por la confrontación permanente y reivindican el valor del diálogo

Elisa López

San Sebastián

Lunes, 16 de agosto 2021, 02:00

Tienen entre 23 y 28 años. Unos trabajan y otros aún se están formando. Pero todos tienen en común su interés por la política y ... su compromiso con el presente y futuro de «una sociedad en crisis». Cinco jóvenes guipuzcoanos, que representan a los principales partidos vascos, hablan sobre la polarización que perciben en la política actual y su preocupación ante estrategias basadas en el insulto y la bronca, que a veces convierten los plenos en un 'show' para buscar la frase más impactante. Por contra, ellos reivindican el diálogo, el acuerdo entre diferentes y la urgencia de poner en el foco los problemas de su generación, al tiempo que se desmarcan con claridad de los últimos episodios violentos que han protagonizado grupos de jóvenes que consideran «muy minoritarios» en Euskadi.

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Aitana Agirre, PNV

«En Euskadi no se vive el nivel de agresividad de Madrid; se hace política para construir»

Donostiarra de 23 años, Aitana Agirre milita desde hace ocho en EGI, las juventudes del PNV. A esta estudiante de un doble grado en la UPV –ADE y Derecho– el interés por la política le viene desde muy niña. «Recuerdo que en las sobremesas de las reuniones familiares siempre escuchaba atenta las discusiones y los debates de los mayores. Me encantaba», cuenta. Hoy, sigue muy de cerca todo lo que se cuece en la política vasca y estatal, y advierte de que existe una «diferencia enorme» entre ambas. «Creo que es evidente que las formas de hacer son distintas. En las Cortes de Madrid se hace una política tipo 'show', más dirigida a crear polémica, a las redes y a los 'likes', pero sin llegar al fondo de las cuestiones. Y lo que es peor, sin proponer nada para solucionar los problemas reales de la gente». Le preocupa cómo se han perdido las formas y el uso del insulto, «actitudes que no deberían permitirse pero, por desgracia, se han generalizado, sobre todo con la aparición de partidos como Vox».

A su juicio, en Euskadi, «quizá por nuestra forma de ser», no se respira ese nivel de agresividad. Y esto lo achaca a la disposición que existe al diálogo, a la cultura del acuerdo. Asegura que, aquí, «estamos acostumbrados a los gobiernos de coalición», algo que en Madrid «parece que no funciona. En el Parlamento Vasco no es normal que los socios de gobierno aireen los trapos sucios. Es un signo de inmadurez y al ciudadano no le importan los insultos sino que le soluciones los problemas». Subraya que «en Euskadi se hace política para construir y no para destruir, aunque, a veces, también se cae en el 'show'». Y hace hincapié en que los jóvenes sienten rechazo por la política de la confrontación, aunque defiende que no todos sus protagonistas son iguales. En este sentido reivindica a figuras con «verdadera voluntad política» como Egibar o Ibarretxe, «siempre favorables a los acuerdos». Asegura que, para ella, «son un ejemplo a seguir».

Eraitz Saez Eguilaz, EH Bildu

«Existe polarización política y también social, como entre unos pocos ricos y la mayoría»

Eraitz Saez de Eguilaz es parlamentaria de EH Bildu. USOZ

Perder las formas es algo que Eraitz Saez de Eguilaz no justifica, aunque asegura que hay momentos en la vida que te puede ocurrir. «En el Parlamento Vasco, por ejemplo, hemos decidido no pactar con el fascismo. Y la mayoría de partidos hemos determinado no entrar en ciertos debates o juegos que nos han propuesto, precisamente porque sabemos que la ciudadanía vasca no quiere entrar en ellos».

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A sus 24 años, Eraitz es la parlamentaria más joven de la Cámara de Vitoria, y ya sabe que hoy se vive una gran polarización en la política y en la calle. «También existe polarización entre los más ricos, unos pocos, y la gran mayoría de la ciudadanía. Es la realidad. Y también una brecha entre lo social y lo institucional», afirma. Ella vive en primera persona otra brecha, la generacional: «Yo soy la persona de menor edad del Parlamento y sé que, en ciertos aspectos, como en políticas de juventud, me entendería mejor con personas más cercanas a mis inquietudes y preocupaciones. Creo que lo que estamos viviendo los jóvenes no se refleja en nuestro Parlamento. Votantes de otros partidos me lo dicen, incluso me trasladan que yo les entiendo». Por eso, esta beasaindarra licenciada en Derecho confía tanto en la también parlamentaria Ohiana Etxebarrieta, su ejemplo a seguir: «Es joven, sabe contar las cosas de otra manera y ha puesto en el foco los problemas que nos interesan de verdad y que estaban dejados de lado, aparcados. Es además una buena amiga que me ayuda en todo lo que puede».

Aitana AgirreMilitante de EGI (PNV)«El uso del insulto se ha generalizado, sobre todo por la aparición de partidos extremistas como Vox»Eraitz Saez de EguilazParlamentaria de EH Bildu«A veces se nos olvida que la gente de la calle no se siente identificada con quienes formamos parte de las instituciones»David de Miguel Juventudes de Gipuzkoa del PSE«Lo que vemos en política se traslada a las tertulias televisivas: todos se gritan, no se dejan hablar... No hay voluntad de entenderse»Aitor SánchezMilitante de Podemos«Estamos viviendo una forma muy ruin y rastrera de hacer política; se trata de mentir y de desgastar al contrario»Carlota SanzAsesora del PP en Irun«La bronca vende más, pero la mayoría de políticos trabaja por sus ciudadanos desde la empatía y el respeto»

Eraitz insiste en el hecho de que la política no siempre representa a la ciudadanía en general: «A veces se nos olvida que las personas de la calle no se sienten identificadas con quienes formamos parte de las instituciones, como el Parlamento Vasco; por ejemplo, la mayoría de los políticos son de mediana edad, son blancos, y tienen unas capacidades económicas y sociales, circunstancias que en muchas ocasiones no tienen que ver con la realidad que vive una parte de nuestra sociedad».

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David de Miguel, PSE-EE

«Ahora parece que solo se busca el titular, a ver quién es capaz de provocar más»

David de Miguel es alcalde de Berrobi y secretario general de las juventudes del PSE de Gipuzkoa. MICHELENA

Una mezcla de pena y preocupación. Así vive David de Miguel la política que se 'estila' hoy. Dice que echa de menos aquellos discursos que se escuchaban antes en el Congreso; reflexivos y serenos. «Ahora se busca el titular, a ver quién provoca más, quién se lleva todos los retuits. Parece que ya no se valora la argumentación», confiesa. No obstante, considera que estos comportamientos van en línea con la sociedad de hoy, con la realidad. «Vamos a otro ritmo, se ve en las tertulias de televisión, todos se gritan, no se dejan hablar, tienen mucha prisa, todo el mundo tiene sus posiciones y no parece que haya una voluntad de entendimiento de acercarse al diferente».

Alcalde de Berrobi, asesor en el grupo de concejales del PSE en San Sebastián y secretario general de las Juventudes Socialistas de Gipuzkoa, De Miguel no ve a corto plazo una solución fácil para una situación casi alarmante, «los discursos respetuosos se quedan desdibujados, cuando las políticas deben hacerse desde el reconocimiento al adversario. Y algunos partidos, como el PP, están haciendo una oposición muy dura...». A sus 28 años, este pamplonés de nacimiento y donostiarra de corazón cuenta con una larga trayectoria en la política. «Me afilié a los 16», señala. Y es que este ingeniero civil lleva en los genes la militancia; su bisabuelo ya fue concejal socialista. Y si hay alguien a quien admira, ese es Patxi López. Su referente. «Para mí es un ejemplo. En sus años de lehendakari fue capaz de romper la confrontación que se vivía en las calles por culpa del terrorismo. Derrotó a ETA y trajo la paz a Euskadi. Gobernó con criterio y buscando la concordia, todo lo contrario a lo que vemos en estos tiempos».

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Aitor Sánchez, Podemos

«La bandera de la política de confrontación se la lleva la derecha»

Aitor Sánchez milita en Podemos desde hace seis años. Arizmendi

«Estamos viviendo una forma ruin y rastrera de hacer política». A Aitor Sánchez no le gusta lo que ve en el Congreso. No entiende que en una situación de pandemia por el Covid y de crisis, «con una tasa de paro tan alta, con una economía tan tocada, desahucios y tanta gente en situación de vulnerabilidad, los políticos se comporten de una manera tan fea. Demuestran tener muy poca clase. Parece increíble», reflexiona este licenciado en Ingeniería Química de 25 años, nacido en Errenteria y que, de momento, trabaja «muy a gusto» de celador en Osakidetza. Cuando a los 18 años pudo ir a votar, no lo dudó. Eligió a la formación morada. Desde entonces es militante, y ahora pertenece a 'Rebeldía', una agrupación que trabaja bajo el paraguas del partido, «una especie de juventudes de Podemos». Él admira a Pablo Iglesias, desde siempre, igual que su madre, y ahora también a Yolanda Díaz. Son sus ejemplos a seguir. «Y de Monedero, aunque tengo mis discrepancias, creo que se puede aprender mucho», destaca.

Aitor Sánchez cree que es la derecha la que lleva la bandera de la política de confrontación: «Su estrategia es la de rascar votos como sea, mentir y desgastar al contrario». A su juicio, la polarización entre izquierda y derecha es cada vez mayor y, por eso, tiene claro que se necesitará tiempo para revertir esta realidad. «La única manera es hablar; el diálogo. Los polos opuestos siempre pueden llegar a pequeños acuerdos... pero la situación tiene que destensarse».

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Carlota Sanz, PP

«La política es un fiel reflejo de la sociedad, nos guste más o menos»

Carlota Sanz, secretaria general de las Nuevas generaciones del PP en Gipuzkoa. De la Hera

Se afilió al Partido Popular gracias a Borja Sémper. Han pasado ya cuatro años y el expolítico es hoy uno de los referentes de Carlota Sanz. Es asesora en el Ayuntamiento de Irun junto a Iñigo Manrique, a quien considera «otro ejemplo, otro de mis referentes, siempre dispuesto a escuchar y a ofrecer soluciones desde la cercanía y el respeto, igual que Muriel Larrea». Esta irunesa de 26 años y diseñadora gráfica es, además, la secretaria general de las Nuevas Generaciones del PP de Gipuzkoa, mano derecha de su presidente, Mikel Lezama. «La política polarizada no me gusta, es algo que yo no veo en mi día a día en el Ayuntamiento, y es de agradecer», confiesa. A su juicio, «se habla mucho de la falta de empatía y del insulto, parece que la bronca vende más y sale en los titulares, pero la inmensa mayoría de los políticos trabaja por sus ciudadanos desde la educación y el respeto».

Tal y como señala, los adversarios políticos antes se respetaban y ahora, viendo los plenos del Congreso de los Diputados, parece que es todo lo contrario. «Sin embargo, yo creo que siempre ha habido sus más y su menos, pero ahora las broncas son más mediáticas y además se difunden a través de las redes sociales». Sanz apunta a que deberían cambiarse esas «maneras maleducadas» y «volver al respeto». En cualquier caso, la política, dice, es un reflejo de la sociedad, «nos guste más o nos guste menos».

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