La nueva refriega dialéctica que el presidente Sánchez y Feijóo escenificaron ayer en el Congreso de poco o nada aliviará el dolor infinito que las ... víctimas del terrorismo están sufriendo estos días al conocer que sus victimarios saldrán antes de lo previsto. Ningún diputado de la oposición leyó detenidamente que la trasposición de una ley europea a la legislación española iba a desmontar aquella disposición que el Gobierno Rajoy introdujo en la ley para evitar los descuentos de penas por las condenas cumplidas en Francia.
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Por cierto, una disposición que ni la propia Justicia europea pudo desmontar. La frustración de este dolor sobrevenido que están padeciendo las víctimas por la sonrojante impericia política que incurrieron sobre todo los diputados del PP y Vox se agrava al conocer que quienes debieron advertir de esa maniobra siguen en sus puestos tras pedir las correspondientes disculpas. Sin embargo, resulta grotesco que quienes exigen a cada instante de su rival que asuma las responsabilidades políticas cuando yerran en su quehacer, ahora sólo pongan sus cargos a disposición ante un hecho tan sensible para los partidos que han cometido esa pifia. Feijóo, que acudió al Congreso junto a la hermana de Miguel Ángel Blanco, debió haber iniciado su intervención anunciando el inmediato cese de los tres diputados que no se enteraron en la Comisión de Justicia de que un partido del Gobierno intentaba colar esa modificación legislativa que iba a poner en libertad antes de tiempo a más de cuarenta etarras. Entre la lista de beneficiados está 'Txapote', que no ha dado ninguna muestra de arrepentimiento hasta la fecha.
Quizá ha faltado también una buena dosis de empatía y de sensibilidad por parte del Gobierno de Pedro Sánchez para admitir por lo menos que esa iniciativa legislativa que han impulsado genera más dolor a las víctimas.
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