Iríbar destaca que «solo una bala cobarde» de ETA «podía parar la fuerza imparable que era Gregorio»
Los jóvenes del PP vasco homenajean al político donostiarra en la segunda jornada de la recién estrenada Escuela Ordóñez
Ana Iríbar, viuda de Gregorio Ordóñez, el político donostiarra asesinado por ETA el 23 de enero de hace 28 años, ha expresado este sábado en su memoria que «solo una bala cobarde podía parar la fuerza imparable» que era quien fue presidente del PP de Gipuzkoa, parlamentario y edil en el consistorio de San Sebastián. Su testimonio se ha podido escuchar este sábado en Donostia en la que era la intervención más esperada de la recién estrenada Escuela Gregorio Ordóñez creada por Nuevas Generaciones del PP vasco. En un coloquio junto al presidente de NNGG Euskadi, Pablo Gómez-Guadalupe, Iríbar ha recordado a 'Goyo' como un político «muy vehemente a la hora de defender sus principios», así como un hombre con «mucho sentido del humor, con mucho trabajo constante». «Una mezcla de pasión, entusiasmo, de creer en lo que defendía, de hacer un buen diagnóstico viendo qué hacía falta a la sociedad y a sus vecinos para ser mejor», ha añadido, en alusión a Ordóñez, al que «le gustaba mucho escuchar a la gente».
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Iríbar ha explicado que Gregorio un día «no pudo más» porque «no entendía cómo la gente se callaba mientras ETA asesinaba, secuestraba y amenazaba». «Nos conocimos en el verano del 81 en San Sebastián y me enamoré en cuanto le vi en la calle, fue un impacto inmediato», ha recordado. «Un tío como él al que le gusta hablar y escuchar, que es inteligente, activista, hace diagnóstico de lo que ve alrededor se preguntó qué sociedad era esa que se callaba», ha rememorado su viuda.
En ese contexto, Ordóñez se preguntó qué podía hacer y «tuvo el valor de elegir la política; con 23 años se afilió a Alianza Popular un partido que aquí funcionaba de forma clandestina». «Se hizo la promesa de cambiar la actitud de sus conciudadanos y le echó muchas narices. En el momento en que Gregorio tomó esa decisión de defender la libertad, la dignidad y el respeto en una sociedad desde esa formación política él sabía cuál iba a ser su final», ha subrayado.
Su viuda ha recordado cómo cada vez que «le dejaban una bala todos los lunes en su casillero del Ayuntamiento» de San Sebastián, eso «le hacía más fuerte y le consolidaba que esa era su tarea y su misión». «Desde el primer momento asumimos que ETA le iba a matar porque era una fuerza da cambio imparable para su sociedad, no solo para aupar a una fuerza política, que también», ha incidido.
Ha puesto en valor su capacidad para «negociar con quien hubiera que negociar» en el consistorio donostiarra y su trabajo «constante» en la ciudad. «Le insultaba alguno de HB y él le daba la vuelta con sentido del humor», ha relatado, para insistir que «era muy ambicioso y sabía que había que llegar a la gente, le daba igual de qué partido fueran», porque buscaba «cambiar la sociedad» vasca.
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Iríbar también ha puesto en valor que «él quería ser libre y lo fue», lo mismo que fue «leal toda la vida a las siglas» de su partido. Ha recordado que aunque Ordóñez llegó a registrar hasta un nuevo partido político ante notario con «sus tres amigos de siempre, tras empezar a dudar de su propio partido, sin embargo se mantuvo leal hasta el último minuto al PP y a sus compañeros de partido», ha apuntado para remarcar que era un «tipo auténtico».
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