Victoria Landa en su despacho durante la entrevista. lusa
Victoria Landa | Directora de la ertzaintza

Algunos hombres se quedaban cortados cuando una mujer les ponía una multa»

«Yo no soy ertzaina por vocación, sino por un compromiso total y absoluto con una idea de país»

Elisa López

San Sebastián

Domingo, 13 de marzo 2022, 09:21

Días después del anuncio del Gobierno Vasco de que eliminará la altura mínima de acceso a la Ertzaintza para las mujeres, Landa habla de su ... experiencia.

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-¿Fue de las primeras mujeres en entrar en la Ertzaintza?

-En esos años todavía éramos muy pocas las que nos decidíamos. Ingresé el 14 de noviembre de 1983. Entonces tenía 20 años y hoy tengo 59.

-¿Qué le llevó a tomar la decisión de ser policía? ¿Fue vocacional?

-Entré en el cuerpo en un contexto muy determinado. En el año 1975 muere Franco y en 1981 se da un golpe de Estado... Y confieso que no accedí a la Er- tzaintza por vocación, sino por un compromiso total y absoluto con una idea de país.

-¿No sentía esa vocación de servicio público?

-Yo no hubiera entrado en ningún otro cuerpo policial. No era algo vocacional o una idea que tuviera desde pequeña. Lo que siempre he tenido claro es que yo soy ertzaina. Y ser ertzaina es totalmente diferente a formar parte de cualquier otro cuerpo policial. No soy policía. Para mí, la Ertzaintza es el máximo exponente de lo que es Euskadi.

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-Hace casi cuatro décadas eran muy pocas mujeres...

-Yo pertenezco a la tercera promoción. Entonces ya había cuotas y se convocaron 400 plazas, 60 de ellas para mujeres. En la primera no hubo chicas porque el requisito era haber cumplido el servicio militar. Era imposible, claro...

«En los ochenta, nuestro uniforme era falda pantalón y zapatos con un poco de tacón... Pero hace tiempo que ya es igual para todos»

-Entonces vestían un uniforme distinto al de los hombres.

-Sí, sí. Cuando yo entré nuestro uniforme consistía en una falda pantalón, que dentro de lo que había era cómodo y permitía cierta movilidad, un mocasín con un poco de tacón, camisa de tergal y un jersey. Nos costó un tiempo, pero conseguimos llevar pantalón y lo agradecimos mucho, pasábamos más frío que ellos aunque llevábamos leotardos gordos en invierno... Pero ya hace años que el equipamiento es el mismo para todos.

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-¿Se ha sentido alguna vez discriminada o mal mirada?

-Desde que empecé, en los años ochenta, la vida ha cambiado muchísimo. La sociedad era muy distinta y es verdad que entonces muchos ciudadanos, sobre todo hombres, se quedaban cortados cuando era yo quien les ponía, por ejemplo, una multa de tráfico. Se sentían quizá más violentados, pero nunca he tenido ningún problema. Nunca.

-¿Y entre sus compañeros?

-Tampoco, de verdad. Nunca jamás me he sentido discriminada en el trabajo.

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