La hermana de una víctima de Almaraz se siente olvidada y ve «amparo» a los asesinos
María Luisa Durán comparte, en un vídeo de la AVT, que «es inhumano» lo que sufrió su hermano hasta su muerte, tras quedar tetraplégico por las balas de ETA
La hermana de Domingo Durán Díez, el policía nacional que fue víctima de un atentado cometido por el exrecluso de ETA Agustín Almaraz, recientemente ... liberado, comparte su testimonio en un vídeo difundido por la AVT y que la asociación recuperó ayer para denunciar que uno de los «logros por los que el etarra era vitoreado y celebrado es el asesinato del hermano de María Luisa Durán». En su testimonio, asegura que «lo más duro es sentir que los delincuentes somos nosotros, ver cómo la clase política ampara, protege a esas personas y nosotros somos la pieza olvidada. Casi somos mendigos y solo pedimos dignidad».
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El 13 de enero de 1995, cinco miembros de ETA entraron en las oficinas de expedición de pasaportes y DNI de Bilbao y dispararon contra los policías nacionales Rafael Leiva Loro y Domingo Durán Díez. Al hermano de María Luisa le alcanzó un proyectil en la columna vertebral y le provocó una lesión medular. Vivió, pero quedó tetrapléjico. Pasó ocho largos años de agonía postrado en una cama hasta que falleció en 2003. «Lo que sufrió es inhumano. Nunca volvió a ser mi hermano. Yo iba, le veía, hablaba, sufría yo, claro, pero él era el que estaba allí sin poder moverse», relata sin poder contener las lágrimas. Cuando le llevaron al hospital de Toledo, los padres de Durán emprendieron viaje para verlo, pero no pudieron resistir el dolor: «No recorrieron ni un kilómetro y mi madre tuvo un infarto fulminante y murió. Dos meses después mi padre tuvo otro infarto».
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