Los gobiernos central y vasco acordarán un calendario de traspasos sin la Seguridad Social

El Gobierno Vasco eligió un edificio simbólico como el Archivo Histórico de Euskadi para celebrar la primera Comisión Mixta de Transferencias en siete años y no se equivocó. La reunión bilateral de ayer entre los ejecutivos central y vasco puede calificarse de histórica porque nunca antes se ha dibujado tan cerca en el horizonte el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika. La ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, se comprometió ayer a presentar antes de final de año un calendario de transferencias para encauzar 36 de las 37 competencias que tiene cuantificadas el Gobierno Vasco. Todas menos la que afecta al régimen económico de la Seguridad Social, que «queda al margen del proceso actual» por su extraordinaria complejidad técnica, jurídica y política, según explicó Batet. El tiempo dirá si el calendario de traspasos que elaborará el Gobierno de Pedro Sánchez supone un salto cualitativo en la culminación del Estatuto o se queda en un brindis al sol, sobre todo ante la posibilidad real de que la legislatura esté abocada a un adelanto electoral, pero la mera existencia de una previsión temporal para la materialización de casi todas las transferencias es algo inédito en los casi 40 años de historia del Estatuto.

La ministra Batet y el consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka, encabezaron ayer la Comisión Mixta de Transferencias que se encargó de cerrar los primeros tres traspasos en siete años, desde que en 2011 el Ejecutivo del también socialista Rodríguez Zapatero completó las últimas doce transferencias que habían llegado a Euskadi. La cumbre de ayer estaba convocada para ratificar los traspasos de dos líneas ferroviarias y un tramo de la autopista AP-1, pero el meollo de la jornada estuvo en lo que Batet y Erkoreka trataron en la reunión privada que mantuvieron por la mañana en Bilbao. Ahí ambos coincidieron en que estos tres traspasos menores debían ser solo «un primer paso» para recuperar una relación de sintonía entre gobiernos, que durante las dos legislaturas de Rajoy no dio ningún fruto en lo que a transferencias se refiere. El consejero tenía especial fijación en la necesidad de elaborar un calendario de trabajo para que los próximos traspasos no queden al albur de las necesidades parlamentarias del gobierno de turno y ayer encontró en Batet una interlocutora dispuesta a implicarse en ello. De hecho, la ministra se comprometió a que para el 28 de diciembre -que es cuando concluye el plazo de seis meses que fijó el Parlamento Vasco para que el Gobierno central presente un calendario de transferencias- ese documento será una realidad.

La única materia en la que en estos momentos será imposible el acuerdo es la transferencia del régimen económico de la Seguridad Social, aunque ni siquiera eso empañó los avances logrados ayer. «Han aceptado meter en el calendario todos los traspasos excepto ese. Han hecho un gran esfuerzo y encima han venido a Euskadi a escenificar el acuerdo, así que estamos contentos», resumían fuentes del Departamento de Erkoreka tras la Comisión Mixta y la rueda de prensa conjunta que ofrecieron Batet y Erkoreka en la sede del Archivo Histórico de Euskadi. El lehendakari, Iñigo Urkullu, también envió un mensaje al presidente Sánchez para agradecer su disposición para cerrar este «buen acuerdo».

La ministra Batet reconoció en su comparecencia que la gestión del régimen económico de la Seguridad Social va a quedar al margen del calendario de transferencias en estos momentos por su complejidad, aunque al mismo tiempo garantizó que otra competencia polémica como la de Prisiones sí se abordará en los próximos meses. Respecto a la Seguridad Social, Batet fue clara al señalar que, «para el Gobierno de España, la Seguridad Social queda al margen del proceso actual de transferencias». Añadió que «somos conscientes de que el Gobierno Vasco va a mantener esa reivindicación y nosotros estamos dispuestos a escuchar sus razones, pero es una materia altamente compleja desde el punto de vista técnico, y, además, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional la ha dificultado todavía más».

Erkoreka, por su parte, asumió que «el traspaso de las competencias relacionadas con la Seguridad Social son francamente complejos y sabemos que no se puede producir de manera inmediata, porque requiere de mucho contraste, estudio y sosiego». Por tanto, el consejero aclaró que el Gobierno Vasco no tiene intención de «apremiar» con este traspaso, aunque también precisó que «nunca» ha renunciado a ella y no lo hará en el futuro, por mucho que en el contexto actual sea recomendable priorizar otras materias con más posibilidades de salir adelante. «Lo que nosotros reivindicamos en este momento -apuntó-, es que sea posible sentarnos a reflexionar y explorar sobre lo que esa transferencia exige a ambas partes».

Mejor suerte ha corrido la transferencia de Prisiones, que Batet incluirá en el calendario de transferencias a pesar de que también se trata de una competencia políticamente sensible. En este caso, la ministra explicó que «se trata de una materia compleja, una transferencia que no es sencilla ni va a ser fácil de acordar de manera inmediata, pero que está en el calendario y estamos dispuestos a sentarnos y a hablar de ello y avanzar en los trabajos».

De todas formas, Batet puntualizó que la elaboración de un calendario de traspasos es sobre todo orientativo. «La voluntad del Gobierno es tener un calendario aproximado, aunque muchas veces surgen problemas técnicos que hacen que las cosas se puedan alargar más de lo previsto, pero lo importante es que ambos gobiernos tenemos voluntad de llegar a un acuerdo sobre el calendario estimado».