«Agradecemos que Donostia nos diga que siente que pasara esto en la ciudad»

Atentado en el Boulevard. La familia de Rafael Garrido, Daniela Velasco y su hijo Daniel, asesinados por ETA en 1986, asistirá mañana a la colocación por el Ayuntamiento de tres placas

A. González Egaña

San Sebastián

Viernes, 26 de noviembre 2021, 06:38

La familia Garrido Velasco regresará mañana al Boulevard donostiarra, el lugar del cuádruple asesinato del general de brigada y gobernador militar de Gipuzkoa, Rafael Garrido ... Gil, de su esposa Daniela Velasco Domínguez de Vidaurreta, de su quinto hijo Daniel, y de la joven portuguesa María José Teixeira, para asistir a la inauguración de las placas conmemorativas y al homenaje del Ayuntamiento de San Sebastián. Con las tres placas de mañana suman 17 las que ya ha dedicado el consistorio a víctimas de la violencia. La familia de Teixeira ha agradecido la iniciativa pero ha declinado colocar la suya.

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Los Garrido Velasco aseguran que están «muy contentos» por el gesto. «Es algo bueno que después de 35 años se pongan estas placas, pero sobre todo que se vaya a llevar a cabo el reconocimiento. Nos apetece mucho a toda la familia que se celebre el homenaje en sí y es de agradecer que nuestra ciudad nos traslade una especie de 'siento que pasara esto aquí'», asegura Fernando Garrido, el tercero de la saga. Mañana asistirá junto a su tío Silverio Velasco y otros 15 familiares a los actos de homenaje. El hermano de Daniela Velasco remarca que «todos los reconocimientos son siempre bienvenidos».

Rafael Garrido, gobernador militar de Gipuzkoa; su esposa, Daniela Velasco y Daniel Garrido, el quinto de los hermanos.

El día del atentado, el 25 de octubre de 1986, era sábado y sobre las diez y media de la mañana los tres miembros de la familia subieron al coche oficial en la puerta de la sede del Gobierno Militar de San Sebastián y emprendieron viaje a Jaca conducidos por el soldado Norberto Jesús Ferrer. Antes del cruce con la calle Legazpi el vehículo paró en un semáforo en rojo y en ese momento dos jóvenes que viajaban en una moto depositaron sobre el techo del coche una bolsa y huyeron a gran velocidad antes de que el paquete, con dos kilos y medio de goma-2 y metralla, hiciera explosión. El matrimonio murió en el acto. Su hijo de 21 años y el chófer fueron trasladados al hospital. El joven Garrido murió a los pocos minutos de ser ingresado, mientras que los médicos lograron salvar la vida al conductor. Catorce personas que pasaban por la zona resultaron heridas. Silverio Velasco comparte que siempre ha creído que su cuñado salvó la vida al chófer. «Sintió cómo dejaban algo en el techo del vehículo y le ordenó que saliera rápido», cita.

«Mi padre era muy carismático, un militar atípico, abierto de mente y echado para adelante», recuerda Fernando Garrido

«Yo lo vi todo», relata Fernando Garrido que ya no vivía en Donostia, pero estaba pasando unos días con la familia. «Iba a ir con ellos y en el último momento decidí quedarme. Después de despedirles en la puerta, me quedé viendo el coche marchar. Segundos después escuché el ruido de una explosión y pensé: '¡Ojalá que no sean ellos!'. Llegué corriendo, fui de los primeros y me quedé en shock. ¡Buff!», rememora con la imagen imborrable de los cadáveres de sus padres cubiertos con mantas, mucho humo y gente herida por el suelo.

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«Estudiaba euskera»

Rafael Garrido había pedido destino a San Sebastián «y sabía dónde se metía, conocía el riesgo en unos años en los que la banda estaba muy activa», repasa su hijo para asegurar que recuerda a «una madre extraordinaria» y a su padre como «una persona muy carismática, un militar atípico, muy abierto de mente y echado para adelante». Hablaba cinco idiomas. «De hecho, lo primero que hizo cuando llegó a Donostia fue ponerse a estudiar euskera porque quería integrarse en la ciudad, lo mismo que mi hermano Daniel que también lo estudiaba mientras hacía Magisterio».

Los Garrido Velasco se reúnen cada año para recordar a los tres miembros de la familia asesinados. «Nos juntamos unos 40, lo mismo en San Sebastián que en Jaca, Zaragoza o Valencia, donde mejor nos vaya y siempre alrededor de la fecha del atentado». En esos encuentros no hablan de aquel 25 de octubre. «Nunca se ha dicho que lo hiciéramos así, pero es algo instintivo. Siempre comentamos los recuerdos agradables. Cada uno llevamos el dolor por dentro». Mañana no faltará la reunión familiar después del homenaje, en una sociedad gastronómica.

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Por el atentado fueron condenados el exjefe militar de ETA Santiago Arrospide Sarasola, por ordenarlo, y sus autores, José Antonio López, 'Kubati' y José Miguel Latasa. Este último renegó de la banda y hace diez años envió una carta a Fernando Garrido. «Me decía que lo sentía y le contesté. Le dije: 'Gracias'. ¿Qué le voy a decir? Lo cortés no quita lo valiente. Es algo positivo que diga algo así», comparte.

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