Exhibición de músculo y llamada al diálogo para evitar «lo que pueda llegar en verano» entre las dos facciones de juventudes de la IA

La Gazte Asanblada de la Parte Vieja ha expulsado al miembro que agredió «al militante del sector socialista», otra organización de la izquierda abertzale enfrentada con ellos, en su portal el pasado sábado y ha condenado los hechos del último fin de semana, según comunicó este lunes en una nota difundida a los medios de comunicación. Este movimiento había convocado un acto público dirigido «solo al barrio», en el que se han limitado a repartir un comunicado a la prensa, para dar su versión sobre los enfrentamientos que han protagonizado personas de ambos sectores de juventudes de la izquierda radical en la Parte Vieja donostiarra durante los últimos días y tratar de buscar una solución al «grave problema».

La Gazte Asanblada ha asegurado que va a «llamar la mesa de agentes» del barrio, «incluyendo el sector socialista», en referencia a GKS para intentar un diálogo. Mientras, el Movimiento Socialista también celebró a la misma hora una reunión con militantes en Miramon, en la que expresó cuáles son sus líneas rojas para tratar de buscar un acuerdo y rebajar la tensión, aunque advierten de que «si continúa la sucia campaña anticomunista, EH Bildu y Sortu serán los responsables de lo que se pueda generar en verano».

En la nota difundida, la Gazte Asanblada sitúa toda la responsabilidad de los incidentes en manos del denominado sector socialista y defiende que «todo estalló cuando de forma unilateral decidieron entrar «en el antiguo gaztetxe de la calle Kanpandegi», donde el pasado martes miembros de ambos sectores llegaron a las manos. Según han señalado, GKS les dijo «que entraban para recoger su material, pero robaron material que no era suyo», han denunciado desde la organización contraria. En ese momento, defiende Gazte Asanblada, algunos de sus miembros se acercaron para «garantizar que solo cogían lo suyo». «La situación se tensionó y no podemos negar que se dieron actitudes inaceptables por parte de todos».

Así, sitúan los incidentes posteriores de este pasado fin de semana entre ambos bandos como derivada de aquel primer encontronazo, aunque afirman que «no son situaciones similares». El sábado, relatan, hacia las 20.30 horas «un militante de la Gazte Asanblada fue agredido por 20 militantes del sector socialista» -versión que desde GKS desmienten en otro comunicado- y, según el primer relato, ese día de madrugada el agredido volvió a ser increpado. Este segundo encontronazo terminó, según la versión de la Gazte Asanblada, con lanzamiento de botellas «a personas del barrio». Esta versión, sin embargo, es desmentida por GKS, que señala que «han demostrado que (sus oponentes) no tienen reparos en mentir una y otra vez» y que su campaña denota «un populismo barato». Durante esa jornada, se produjeron diversos incidentes, uno de ellos el que protagonizó el miembro de Gazte Asanblada que ha sido expulsado por agredir a un miembro de la otra facción.

Antes de que esta tarde decenas de jóvenes de la Gazte Asanblada comparecieran en la plaza de la Trinidad, seguidores de Gazte Kordinadora Sozialista (GKS) han respondido pegando pasquines en portales y paredes de la Parte Vieja para dar su versión sobre los hechos. En el texto, denuncian que la convocatoria de sus 'oponentes' «es una maniobra política de la izquierda abertzale» y que si la verdadera intención fuese «vivir de forma tranquila en el barrio» no la realizarían. «Intentar hacer esta guerra en nombre del barrio es un paso más para presionar al Movimiento Socialista y seguir alimentando la polémica», clama GKS.

Además, Kontseilu Sozialista organizó otra concentración de respuesta en forma de reunión en Miramon, en la que exhibieron también unión y denunciaron «la campaña de intoxicación de agresiones de la izquierda abertzale».

«Desde la creación del Movimiento Socialista, la actitud de EH Bildu y Sortu ha sido la de negar su existencia e intentar destruirlo», denunciaron en el acto, en que reunieron a centenares de militantes de toda Euskal Herria. Desde el movimiento denuncian casos de «acoso laboral» o «humillación y discriminación» a estudiantes de Ikasle Abertzaleak «por parte de profesores de Sortu». Denuncian que estos partidos, «ante la pérdida de hegemonía entre los jóvenes, están creando focos de tensión y violencia en las calles para evitar la expansión del comunismo».

El Movimiento Socialista acusa a EH Bildu de ser un partido «integrado en el Estado español» y que representa «los intereses de la clase media de Euskal Herria» y que teme que «las nuevas expresiones comunistas de los jóvenes trabajadores puedan arrebatarle esa hegemonía».

El Movimiento ha establecido una serie de líneas rojas para «ayudar a bajar la tensión en las calles». Estas serían: la seguridad de los militantes, el derecho a la utilización del espacio público, y el derecho a la financiación.

Si se respetan esos términos y se «negocia», explican, se evitará «un escenario de tensión que no favorece a nadie». Sin embargo, avisan, «si continúa la sucia campaña anticomunista, hacemos a EH Bildu y Sortu responsables del escenario que se puede generar en verano».

El enfrentamiento entre estas facciones de los jóvenes radicales inquieta a la dirección de la izquierda abertzale. Sortu ha evitado hasta ahora valorar los últimos enfrentamientos en la Parte Vieja donostiarra.

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