La Fiscalía gala pide cinco años para 'Ternera' y niega que se hubiese desvinculado de ETA

El juicio celebrado durante dos días en la capital gala analiza su papel en la banda terrorista entre 2010 y 2013. En la sesión del martes, 'Ternera' aseguró que aunque le llamaron para conversaciones posteriores con el Gobierno español, dejó de formar parte de ETA en 2006. Ese año fue cuando fracasaron las negociaciones abiertas con el Ejecutivo de Zapatero, que se rompieron con el atentado de la T-4.

La representante del Ministerio Público, sin embargo, recordó que entre 2010 y 2013 ETA seguía siendo una organización terrorista activa y que fue Urrutikoetxea el que leyó en 2018 el comunicado anunciando su desaparición, lo que, según ella, demostraría que todavía formaba parte de su estructura y que no hubo «ninguna ruptura» con ETA. La fiscal pidió que en caso de que sea condenado su encarcelamiento quede diferido, por lo que no entraría directamente en prisión, y que se decrete su expulsión definitiva del territorio francés.

En el segundo día de audiencia, Urrutikoetxea justificó que «la lucha armada en el País Vasco comenzó en la época de Franco, en la época fascista, y se desarrolló una espiral de violencia de los dos lados». «Lamento que el fin de la lucha armada llegase demasiado tarde», añadió el ex dirigente de ETA, que recordó que hubo «víctimas de los dos lados, víctimas irreversibles».

Urrutikoetxea, de 70 años, se encuentra desde julio de 2020 en libertad bajo control judicial con brazalete electrónico. Tras haber estado una temporada viviendo en un apartamento en el centro de París, solicitó, por medidas de seguridad, mudarse, ya que su primera dirección había sido publicada por la prensa.

'Ternera' explicó que actualmente reside en el seno de la Congregación del Espíritu Santo, una comunidad religiosa católica en el Barrio Latino de París. «Cada uno tenemos nuestra celda, compartimos la comida y vivimos en comunidad», explicó el exetarra. Urrutikoetxea lamentó que su familia no pueda entrar en el interior de la congregación religiosa para visitarle. Y argumentó que, debido a que tiene el brazalete electrónico, sus horarios son estrictos y están controlados en todo momento. Aseguró, además, que prepara «un libro y una película» sobre su vida.

Los tribunales franceses han dado luz verde para que el exterrorista sea entregado a las autoridades españolas para ser juzgado por su presunto papel en el atentando contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza en 1987 –en el que murieron once personas, entre ellas cinco niños– y en la financiación de ETA a través de las herriko tabernas.