Feijóo llama a los suyos a «no caer en trampas» y acusa al PSOE de «no tener límite moral»

La cumbre estaba fijada para arropar a un Juanma Moreno que no tiene corrientes internas que le contesten dentro de la organización andaluza del PP –en la cita fue reelegido como líder por el 99,95% de los votos de las bases–, pero ha visto en los últimos meses complicarse lo que parecí otra plácida reelección por el escándalo de los cribados de cáncer de mama. Un tema que pasó de puntillas por el auditorio sevillano a lo largo de todo el fin de semana.

Su rival a batir en los comicios previstos para la próxima primavera será la vicepresidenta primera, la socialista María Jesús Montero. Pero los populares empiezan a mirar cada vez más de reojo a un Vox que gana enteros y amenaza sus posiciones en varias comunidades autónoma y en unas eventuales generales. Ante esa posibilidad, Feijóo apremió al voto útil para «no caer en trampas». «No hay otro camino, no nos despistemos», insistió. El presidente del PP llamó a los españoles a canalizar su «desahogo» ante la «corrupción» que, en su opinión, caracteriza al Gobierno de Pedro Sánchez depositando su confianza en su formación para posibilitar con sus votos un «cambio» en el Ejecutivo.

Prueba de la importancia del congreso es que en el auditorio sevillano se encontraban primeros espada del partido. Entre otros, el secretario general del PP, Miguel Tellado, los vicesecretarios nacionales Cuca Gamarra, Elías Bendodo y Juan Bravo, y el presidente de la Región de Murcia y de dicha comunidad, Fernando López Miras. La ausencia más sonada fue la de la jefa del Ejecutivo de la Comunidad de Madrid, que no pudo asistir debido a una gastroenteritis.

El líder nacional del PP aludió al pasado de Andalucía durante la etapa de gobierno socialista para señalar la «corrupción» que entonces se dio, y destacó que, de la mano de Juanma Moreno, «vino un gobierno del PP a cambiar» la situación, demostrando que «Andalucía no estaba condenada» a ser noticia por la corrupción como «España tampoco lo está», apostilló. También reivindicó que entonces «un presidente del PP recuperó la honestidad y la decencia en Andalucía», y señaló su «compromiso» para que sea «un presidente del PP quien recupere la honestidad y la decencia en España».

El protagonista de la jornada, Juanma Moreno, presumió durante su intervención de «Gobierno estable». Una balsa de aceite en medio de un mar de Comunidades Autónomas con ejecutivos en minoría, como el de Extremadura, cuya presidenta, María Guardiola, se vio obligada a adelantar comicios tras verse incapaz de aprobar Presupuestos al no contar ni con el apoyo de Vox ni del PSOE. O la Comunidad Valenciana, justo en una semana que había empezado con la dimisión del ya presidente en funciones Carlos Mazón un año después de la dana, y cuyo futuro –si se encuentra sustituto o se adelantan comicios– negocian estos días contra el reloj Feijóo y Abascal.

En Génova confían en retener la mayoría absoluta en Andalucía para no verse arrastrados a una situación de inestabilidad similar. «Cuando no hay estabilidad aparecen la incertidumbre, la parálisis y el retroceso y esto es lo que está en juego en las elecciones del próximo año, ante las que no podemos ni debemos confiarnos porque hay una confluencia de intereses que quieren hacer caer al Gobierno andaluz», insistió el presidente de la Junta, que cuenta con «respaldo absoluto» por parte de su partido y este domingo, en Sevilla, Feijóo volvió a darle un espaldarazo.