La Diputación presentará una querella criminal por los crímenes franquistas en Gipuzkoa
La institución foral presentará un litigio estratégico por la «desaparición forzaosa» de la arrasatearra Florencia Olazagoitia y el sacerdote José Ariztimuño, 'Aitzol', en representación de las 979 personas asesinadas y desaparecdias entre 1936 y 1944 en Gipuzkoa
La Diputación de Gipuzkoa presentará en los próximos días una querella criminal por los crímenes franquistas ocurridos en el territorio entre 1936 y 1944. La institución foral ejercerá de acusación popular en un 'litigio estratégico' en los casos de «la desaparición forzosa» de la arrasatearra Florencia Olazagoitia y el sacerdote José Ariztimuño, 'Aitzol', en representación de las 979 personas asesinadas y desaparecidas en ese periodo de tiempo.
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Con este 'litigio estratégico' desde la Diputación pretenden lograr «un impacto social, el reconocimiento de la verdad judicial y abrir nuevas vías para provocar un cambio de postura en la judicatura y la jurisprucendia del Estado español», ha señalado esta mañana el diputado genera, Markel Olano, en un acto en que han estado respresentantes de asociaciones de víctimas del franquismo y familiares de Florencia Olazagoitia y 'Aitzol'. De esta manera, desde la institución foral desean «ayudar para que se abran nuevos resquicios al muro de la impunidad tras el que se guarecen los crímenes del franuismo, sacando a la luz la verdad judicial».
En palabras de Olano, los casos de Olazagoitia y 'Aitzol' son «simbólicos y emblemáticos» en representación de la totalidad de víctimas de Gipuzkoa. La iniciativa viene sostenida con dos informes. El primero, el informe solicitado a la Sociedad de Ciencias Aranzadi sobre casos de guipuzcoanos de las que se consta su asesinato o desaparición forzosa entre 1936 y 1944, recoge y documenta 979 casos, de los cuales 778 son casos de desapariciones forzosas¬¬. El segundo informe, realizado por la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la Universidad del País Vasco, considera que existen vías legales y argumentos suficientes para que la Diputación active la persecución de los delitos de motivación política cometidos en los años de la guerra y la postguerra en nuestro territorio. El director de la Cátedra, Jon Mirena Landa, ha relatado que los crímenes franquistas deben considerarse como hechos de lesa humanidad por tratarse de «una política estatal de persecución sistemática que dio cobijo a asesinatos, muertes, detenciones ilegales, torturas, persecución y otros delitos». Estos crímenes son imprescriptibles según Landa, y ha sostenido que «no hay amnistía que pueda borrarlos, si se toma en consideración el derecho internacional en derechos humanos».
El teniente de diputado general, Denis Itxaso, ha recordado que los derechos «son las bases imprescindibles de la convivencia», y que el acuerdo de hoy «es imprescindible para reconocer con respeto la dignidad de aquellos que fueron asesinados por pensar de forma diferente».
José Ariztimuño Olaso, 'Aitzol, nació el 18 de marzo de 1896 en Tolosa en el seno de una familia católica y amante de la lengua y la cultura vasca. Se ordenó sacerdote a los 26 años y fue un prolijo periodista de gran reputación como escritor y euskaltzale que escribió bajo el pseudónimo de Aitzol. Fue uno de los fervientes impulsores del Renacimiento de la cultura vasca tras la dictadura de Primo de Rivera y fue un miembro activo del Partido Nacionalista Vasco. También tuvo una estrecha relación con el movimiento obrero a través del sindicato vasco ELA-STV. Al estallar la guerra se retira al monasterio benedictino de Belloc en Lapurdi. Fue apresado por el bando sublevado en el trayecto en barco en el bou Galerna de Baiona a Bilbo, cuando se dirigía a la capital vizcaína para instalarse allí. Los falangistas trasladaron al sacerdote a la cárcel de Ondarreta donde fue torturado. Posteriormente fue fusilado en el cementerio de Hernani. Las diferentes investigaciones y trabajos de campo que se han realizado no han permitido hasta el momento localizar los restos de Ariztimuño, por lo que sigue siendo un caso de desaparición forzosa.
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Florencia Olazagoitia Ceciaga, natural de Arrasate, tenía 37 años y era militante del partido socialista. Tras la ocupación de Arrasate a finales de septiembre de 1936, ella decidió permanecer en su localidad junto con su hijo mayor, de 10 años de edad, ayudando a su familia de origen, mientras su marido se fue hacia Madrid –donde residía su propia familia– con los dos hijos pequeños. Se sabe que uno de sus hermanos y otros familiares suyos combatían en las fuerzas leales, mientras ella iba a los caseríos en búsqueda de víveres para asegurar su subsistencia. Fue volviendo de uno de esos caseríos con su hijo que fue detenida el 28 de septiembre. Respecto a su y el lugar de su fusilamiento (Hernani u Oiartzun), hay varias versiones. Su cuerpo sigue desaparecido y por ello es un caso de desaparición forzosa. En todo caso, no hubo ningún tipo de juicio por un tribunal o similar.
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