«Se me denigró por traer a Ghali, cuando lo hicimos por razones humanitarias»

– ¿Cómo se siente tras el archivo del procedimiento?

– Satisfecha porque la Audiencia Provincial de Zaragoza ha confirmado mi versión, es decir, que se trajo a Ghali a España por razones humanitarias. Se hizo todo siguiendo la ley y me satisface que esto es lo que subraya la Audiencia Provincial contradiciendo el criterio del juez instructor. Se cierra algo que nunca se debió haber abierto.

– ¿Se está judicializando la política?

– Me preocupa que se está politizando la justicia y judicializando la política. La Audiencia deja claro que fue una decisión política y por tanto el control no compete al Poder Judicial, sino al legislativo, al Parlamento. España es una democracia donde existe la división de poderes. Cuando esto se confunde, el resultado es que se mina la confianza de los ciudadanos en las instituciones. Debe haber controles, eso está claro, pero los que corresponden a cada decisión.

– ¿Esta polémica le costó el cargo de ministra?

– Esta pregunta habría que trasladársela al presidente Pedro Sánchez, que es quien toma estas decisiones. Para mí ha sido un honor servir a mi país. He sido siempre una servidora pública y no hay nada más grande que servir a su país para una persona que tiene esta vocación. Y es con esto con lo que me quedo.

– ¿La consecuencia del caso Ghali fue que hubo que apaciguar a Marruecos cambiando la postura de España sobre el Sáhara?

– Ni entro ni salgo en esta cuestión. No fui yo la que tomó esa decisión. En todo caso, la aprobó un Gobierno al que pertenecí y voy a comportarme con la máxima lealtad. No voy a entrar a juzgar los motivos, pero mantengo que es importante que las decisiones que adopte España cumplan siempre con la legalidad internacional.

– ¿Y la decisión se adoptó conforme a esta legalidad?

– No me compete a mí decirlo.

– La derivada fue que hubo que apaciguar a Marruecos y luego Argelia...

— España tiene vecinos como Marruecos, Argelia, Mauritania o Libia con los que hay mantener las mejores relaciones posibles, sin excluir a ninguno. Marruecos es muy importante, también Argelia. Con ambos mantenemos relaciones de interdependencia.

– El problema es que España se queda en medio de ambos países, con el problema de que están enemistados entre sí...

– Nuestro objetivo es mantener las mejores relaciones con los dos, aunque es cierto que a veces es complicado porque las que existen entre ellos son difíciles. Esta situación no puede ser un obstáculo, todo lo contrario, debemos facilitar que mejoren sus relaciones porque cuanto más estables sean también lo será nuestro entorno. España no debe elegir entre uno u otro, debe tener buenas relaciones con los dos.

– ¿Argelia, como suministradora de gas, resulta ahora especialmente importante ante la guerra de Rusia contra Ucrania?

– Tanto con Marruecos como con Argelia tenemos una relación de interdependencia ya sea en la economía, la emigración, el terrorismo, la energía o la protección del Mediterráneo.

– Usted fue espiada por Pegasus. ¿Tiene algo que decir?

– Todo ha servido para enfangar una decisión humanitaria. Se me denigró no solo a mí, sino a muchos funcionarios públicos, como diplomáticos, médicos, auxiliares, militares o policías que no hicieron otra cosa que cumplir con su deber por una razón humanitaria. Se ha arrastrado por el fango injustamente el buen hacer de todas estas personas.

– ¿Cómo ve la legislatura? ¿Sánchez aguantará o se verá forzado a adelantar las elecciones?

– No voy a hacer pronósticos. España necesita un Gobierno sólido en un momento en el que se están ejecutando reformas importantes que necesitan ir desplegándose con toda su fuerza.

– ¿A qué se dedica ahora?

–Soy decana de la Escuela de Relaciones Internacionales de Sciencies Po, en París.

– ¿Cuándo volverá a Tolosa?

– Espero que prontito porque siempre me acogen con los brazos abiertos. Estoy deseando volver a disfrutar de Gipuzkoa.