Gobiernos central y vasco piden a las juventudes de la IA que solucionen «sin violencia» sus diferencias

Las desavenencias existentes entre las juventudes de Sortu, Ernai, y la Gazte Koordinadora Socialista (GKS, Coordinadora Socialista Juvenil), disidente con la línea oficial de EH Bildu, que se hicieron públicas la semana pasada con enfrentamientos en San Sebastián por material del gaztetxe Kijera, y se repitieron el fin de semana llegando incluso a las manos está provocando reacciones por parte del Gobierno Vasco y central a traves de sus portavoces, que han pedido que se solucione el enfrentamiento «sin violencia».

El portavoz del Ejecutivo de Urkullu, Bingen Zupiria, ha pedido que los «procesos de discusión se hagan de manera pacífica y no por la vía de la violencia». El portavoz del Gobierno Vasco ha asegurado que cualquier situación que «dé lugar a un enfrentamiento físico en la calle entre ciudadanos es un motivo de preocupación, se trate de un conflicto interno de una organización política o de una pelea callejera, que también se han producido en más de una ocasión en estos últimos meses y están siendo objeto de vigilancia y persecución por parte de la Ertzaintza».

Ante ello, ha emplazado a «quienes estén involucrados en estas tensiones internas que se están produciendo en los colectivos» que se enfrentan en las calles y se acusan de «diferentes comportamientos», a que los procesos de discusión «los hagan de forma pacífica y sin recurrir agresiones físicas ni a la violencia, que es algo que en la actividad política no debería tener lugar».

Por su parte, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, ha abogado por que se fomente entre las juventudes de los partidos el uso de la palabra y «la tolerancia a la discrepancia», y ha advertido a las organizaciones juveniles de la izquierda abertzale que «la democracia es incompatible con prácticas violentas». Además, confía en que, «dentro de ese mundo», se adopten medidas para que «es cultura no prospere en el seno de la organización».

El delegado del Gobierno ha calificado de «preocupantes» estos hechos. «Cuando en una organización política, las diferencias se dirimen violentamente, eso preocupa desde el punto de vista de la calidad democrática y desde el punto de vista de la tensión que puede estar existiendo en el seno de una organización», ha indicado.

Por otra parte, desde EH Bildu, su parlamentario Iker Casanova ha afirmado este martes que los jóvenes de la izquierda soberanista «no están divididos», aunque ha hecho un llamamiento al diálogo y a las vías pacíficas para solucionar los desacuerdos que puedan existir.

Casanova ha considerado en una entrevista televisada que lo ocurrido entre ambas facciones de las juventudes soberanistas es «grave», ya que, según ha dicho, «por parte de algunos se ha fomentado una respuesta agresiva y atacante», en referencia a GKS, facción que ha reprochado a EH Bildu su trato discriminatorio y que han señalado como responsable «de lo que pueda pasar en verano».

En este sentido, Iker Casanova ha situado fuera de la izquierda soberanista a la Gazte Koordinadora Sozialista, porque, en su opinión, «si hay jóvenes organizados fuera de la izquierda soberanista, no es una disputa interna. Así, ha asegurado que los jóvenes de la izquierda soberanista «no están divididos».

En todo caso, y sumándose al llamamiento realizado por la Gazte Asanblada de la Parte Vieja donostiarra y a agentes del barrio, ha hecho un llamamiento a solucionar a través del diálogo y las vías pacíficas los desacuerdos que puedan existir.

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