Ganar tiempo

El mazazo ha sido brutal. Sánchez lo tiene francamente difícil, aunque tampoco imposible. Las medidas anunciadas -auditoría externa y comisión de investigación- deberían arrojar más luz, pero como aún desconocemos el alcance real del asunto, cualquier respuesta puede ser provisional. Sánchez y los socialistas insisten en diferenciar la 'ejemplaridad' con la inacción y la pasividad del PP, que se antoja como un choque frontal de altísima temperatura este miércoles en el Congreso. Tiene razón el presidente en pedir el rechazo y la solidaridad de los demócratas ante los ataques a las casas del pueblo. Y en Euskadi sabemos de eso. La demonización del adversario es un camino siempre peligroso.

Pero si se descartan elecciones anticipadas y el PP renuncia a una moción de censura, solo queda la posibilidad de una cuestión de confianza. Puigdemont podrá así elevar más el nivel de exigencia -tiene que resolver primero la ley de Amnistía- y Podemos juega abiertamente a representar a la izquierda auténtica frente a las 'traiciones' de la socialdemocracia. Es decir, prefiere elecciones. En esa tesitura ha decidido ganar unos meses para explorar si encuentra la salida y lograr restaurar la confianza rota. El 'calvario' está garantizado.