Siempre se ha dicho que los jóvenes somos el futuro, pero ¿quién garantiza que el futuro esté pensado para nosotros? En Euskadi, independizarse se ha ... convertido en un desafío cada vez más difícil. Alquileres que suben sin freno, escasez de vivienda protegida y ayudas públicas que llegan tarde o no alcanzan. Mientras tanto, los pisos turísticos ocupan espacios que antes eran para quienes queremos construir nuestra vida aquí. No es solo una cuestión económica, sino de vidas: cada joven que se ve obligado a marcharse supone una pérdida de talento, cultura y raíces. Euskadi necesita políticas valientes que permitan que su juventud pueda soñar, quedarse y crecer sin hipotecar su presente solo para tener un techo digno. Que se apueste de verdad por quienes queremos formar parte del futuro de nuestra tierra sería un paso hacia una comunidad más justa y sostenible.
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